ECONOMíA › ZAPATERO DICE QUE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS NO SE VAN
Apenas un asunto pendiente
Por R. D.
El jefe de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que todas las empresas españolas con intereses en la Argentina “se van a quedar” en el país, aunque no dejó de señalar que “queda pendiente un problema con Aguas de Barcelona”. Esta última es accionista de Aguas Argentinas y acompañó la decisión de Suez de desistir de continuar con la prestación. En verdad, Agbar es una empresa española a medias, ya que su capital lo comparten, en porciones casi idénticas, la catalana La Caixa y, precisamente, la francesa Suez.
El presidente español formuló estas declaraciones durante un encuentro previo a la Cumbre Iberoamericana empresaria, que se desarrollará la semana próxima en la ciudad de Salamanca. Al ser consultado sobre la permanencia de las empresas españolas en la Argentina, respondió que “hemos avanzado muchísimo en estos últimos meses, porque había problemas con algunas empresas españolas y se han solucionado todos satisfactoriamente”. Enseguida agregó que “todas las empresas españolas se van a quedar, y (sólo) queda pendiente un problema con Aguas de Barcelona”.
A pesar de que esta compañía había anunciado en septiembre una reducción progresiva de sus participaciones en varios países latinoamericanos, Rodríguez Zapatero aseguró que, en este caso, “hay que ser un poco prudentes y dar un poco de tiempo: se está intentando una solución; la cosa está difícil, pero vamos a ver”.
Sin mencionarlo, el jefe de gobierno español aludía a las negociaciones entabladas entre La Caixa y Suez, a pedido del gobierno argentino y a sugerencia de su par español, para intentar destrabar el conflicto en torno del futuro de Aguas Argentinas. La decisión de la empresa francesa indefectiblemente debía arrastrar a Agbar a seguir la misma conducta. La alianza entre Suez y La Caixa en asuntos sanitarios es de orden estratégico y global. Es decir, de largo plazo y para todo el mundo. Sin posibilidad alguna de que este matrimonio se rompa, la única alternativa posible para que La Caixa, o más precisamente Agbar, continuara en el servicio en la Argentina, es que Suez lo autorizara. Este es el terreno en el que opera La Caixa y del que el gobierno español confía que surja una solución.
Mientras en Buenos Aires todavía hay expectativas abiertas en torno de la continuidad de Aguas de Barcelona, en Uruguay hoy el Estado retomará la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento para el departamento de Maldonado, hasta hace poco en manos de la española Uragua. La solución negociada entre Obras Sanitarias del Estado y Uragua se alcanzó tres semanas antes de cumplirse un año de la aprobación de la reforma constitucional, que dispuso la reestatización del servicio.