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Por Anne Penketh y Colin Brown *

El primer ministro israelí pidió que Irán fuera expulsado de las Naciones Unidas mientras aumentaba la indignación internacional sobre el comentario del presidente iraní de que Israel deberá ser “borrada del mapa”. Tony Blair, hablando al final de una cumbre informal de la Unión Europea, dijo que el incidente, que lo hizo sentirse “asqueado”, sólo endurecería la resolución británica de asegurarse que Irán no obtuviera un arma nuclear. Después de que los líderes de la UE se unieron para condenar al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, Blair dijo que estaría discutiendo la posible acción con los aliados occidentales en los próximos días.
“Durante mucho tiempo todos me decían ‘dígame que no van a hacer nada con Irán’. Si siguen así, la pregunta que la gente me va a hacer es ‘¿cuándo van a hacer algo’? ¿Se imaginan un Estado como ése, con una actitud como esa, teniendo un arma nuclear?” El canciller ruso, Sergei Lavrov, que dijo que la declaración iraní era “inaceptable” señaló que el incidente probablemente le diera un nuevo ímpetu al impulso de los países, incluyendo a Gran Bretaña y Estados Unidos, de remitir a Irán al Consejo de Seguridad de la ONU. La próxima oportunidad para remitir a Irán al Consejo por no dar un informe completo de su programa nuclear será en la próxima reunión de la junta de la Agencia Internacional de Energía Atómica el 24 de noviembre.
Israel estaba tan indignada por los comentarios del presidente iraní, hechos durante un discurso a 4000 estudiantes radicalizados iraníes el miércoles, que Ariel Sharon, el primer ministro, y su vice, Shimon Peres, exigieron que Irán fuera expulsado de la ONU. El líder iraní estaba dando un discurso en Teherán llamado “El Mundo sin Sionismo”.
Reaccionando a los cánticos de los estudiantes que gritaban “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel”, el ex miembro de la Guardia Revolucionaria le dio a su audiencia lo que había ido a escuchar. Diciendo que estaba citando la opinión del difunto líder espiritual de Irán, el ayatola Ruholá Khomeini, el presidente siguió diciendo que “Israel debe ser borrado del mapa”. La condena de todos lados del mundo comenzó casi inmediatamente. Ayer, el presidente iraní bajó el tono y afirmó que la prensa occidental las había tergiversado, sin destacar que era favorable a una solución política a la situación en Medio Oriente.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.