EL MUNDO › GEORGE W. BUSH VISITO LA ZONA DE DESASTRES
Rescatando al hermano “Jeb”
El presidente estadounidense George W. Bush visitó ayer Florida e inspeccionó la distribución de provisiones en un estado que tiene casi cuatro millones de personas sin electricidad, y cuya respuesta a la emergencia de Wilma ha sido criticada por residentes y funcionarios locales. El presidente, cuyo gobierno está envuelto en un escándalo por la filtración de información de la CIA a los medios, fue recibido temprano en la tarde en el aeropuerto internacional de Miami por su hermano, el gobernador Jeb Bush, y visitó dos centros de distribución de agua, hielo y alimentos, así como el Centro Nacional de Huracanes.
“El gobierno federal, trabajando con los gobiernos estatal y local, está respondiendo como mejor podemos”, dijo Bush en un centro de distribución de provisiones en Pompano Beach, al norte de Miami. “Las cosas no pasan instantáneamente pero están pasando. Aquí en este lugar la gente se está alimentando. Pronto más y más residencias tendrán electricidad y la vida volverá a la normalidad”, dijo Bush, quien luego se dirigió hacia el Centro Nacional de Huracanes, en el sur de Miami, donde se reunió con los funcionarios. Wilma, que entró el lunes y salió en menos de 12 horas de la península, mató a por los menos nueve personas en Florida y dejó pérdidas calculadas inicialmente entre 4000 y 8000 millones de dólares, según la firma de análisis de riesgos Eqecat, con sede en California.
Bush no hizo comentarios sobre el tema a los periodistas en su avión oficial y tampoco durante la visita, que duró unas dos horas. Los afectados por el huracán presionaban a los funcionarios y criticaban al gobernador Jeb Bush y a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) por la lentitud con que respondieron a la emergencia de Wilma, particularmente la distribución de agua y hielo, que comenzó a normalizarse recién el miércoles, dos días después del azote del ciclón.
El gobernador admitió el miércoles responsabilidad por los fallos y pidió no culpar a FEMA, que es la agencia que maneja las provisiones.