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El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas abrió oficialmente la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto por el cruce de Rafah, con lo que los palestinos asumen el control por primera vez de un paso que los conecta con el mundo exterior. Diez semanas después de que Israel concluyera su retirada de Gaza, la ceremonia marcó la reapertura del paso fronterizo bajo total control egipcio y palestino, sin una intervención directa israelí, aunque bajo la supervisión activa de observadores de la Unión Europea (UE). En la ceremonia participaron representantes palestinos, israelíes, egipcios y europeos.
La reapertura de Rafah era “esencial” para impedir que la Franja de Gaza se convirtiera en una “gran prisión”, dijo Abbas, quien además la calificó como el primer paso hacia un Estado independiente palestino y de una “llave para la paz”. “El logro que celebramos hoy pertenece ante todo a los mártires, a los heridos, a los prisioneros y a todo el pueblo palestino, que tanto se ha sacrificado en esta lucha”, dijo antes de cortar una cinta en la renovada terminal fronteriza, para después entregar su pasaporte a los agentes aduaneros de la AP, convirtiéndose así en la primera persona que cruzaba la frontera. También el enviado especial de la UE para el proceso de paz de Medio Oriente, Marc Otte, calificó la apertura de la frontera como el “primer paso” para el mejoramiento de las condiciones en la Franja de Gaza. “Creemos en ustedes, los apoyamos”, dijo Otte, dirigiéndose a la cúpula palestina.
Según el acuerdo pactado entre Israel y los palestinos, el cruce fronterizo de Rafah estará abierto las 24 horas del día y su operación estará vigilada por expertos de seguridad de la UE. El paso fronterizo, cuya apertura al tráfico de personas comienza hoy, sólo permanecerá abierto cuatro horas diarias durante los primeros diez días, y luego lo estará las 24 horas, explicó el portavoz de la AP, Nabil Abu Rudeineh. Sin embargo, la terminal de Rafah sólo estará abierta a civiles palestinos. Egipcios y otros extranjeros deberán usar el paso de Kerem Shalom, al este de Gaza, en la frontera de Egipto con Israel. Este país además podrá supervisar los procedimientos de seguridad en Rafah por videoconferencia directa desde Kerem Shalom.
Desde Bruselas, el alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, calificó la apertura del cruce como “un paso importante para la posterior estatalidad”. “Es una gran oportunidad, un cambio”, dijo. La UE contribuirá con 70 observadores a que funcionen los acuerdos entre Israel y la AP. “Nuestra presencia en Rafah es una muestra de nuestra implicación”, dijo. “Queremos fomentar la cooperación y la confianza entre las partes en conflicto y contribuir a la construcción de un Estado palestino”, agregó. Con la reapertura de Rafah culmina el Acuerdo de Movimiento y Acceso firmado por palestinos e israelíes tras semanas de negociaciones. Además de detallar la actuación en Rafah, este acuerdo incluye otros temas, como la creación de una línea de autobús entre Gaza y Cisjordania a mediados de diciembre, así como un enlace para camiones para mediados de enero. Israel también aceptó que los palestinos empiecen a construir un puerto marítimo. Sin embargo, por el momento Rafah sigue siendo la única salida directa desde la Franja de Gaza al mundo exterior, por lo que su reapertura se considera un paso crucial para reavivar la ahogada economía de esta región palestina.
Según la oficina Central Palestina de Estadísticas, la tasa de desempleo en la Franja de Gaza es de 34,6 por ciento. Antes del comienzo de la Intifada, a finales de septiembre de 2000, decenas de miles de palestinos trabajaban en Israel, pero desde entonces muchos no han encontrado trabajo. Las organizaciones extremistas Jihad Islámica y Hamas han rechazado el acuerdo por el que se reabre Rafah, pero mientras que Jihad Islámica boicoteó la ceremonia de ayer varios líderes de Hamas sí acudieron a ésta.