Los palestinos acuden hoy a las urnas para elegir a 132 diputados en un Parlamento que será radicalmente distinto al que finaliza sus funciones, que se ha prolongado 10 años. El estreno en unas elecciones generales del Movimiento de Resistencia Islámico Hamas y al que las encuestas otorgan una presencia notoria en la Cámara, tendrá consecuencias inmediatas en la vida política interna. Pero también en el panorama internacional. Israel, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) le niegan el papel de interlocutor en un proceso de paz sobre el que se cierne enorme incertidumbre.

Ehud Olmert, el primer ministro israelí en funciones, dijo ayer que esperaba que los palestinos no “elijan nuevamente a los extremistas que los han llevado de tragedia en tragedia y a vidas afligidas”. Además dejó claro que Israel necesita retirarse de varias zonas de Cisjordania, pero advirtió que los palestinos tendrían que “desmantelar los grupos terroristas” si se logra una negociación, la “opción preferida” por Israel. Más de dos tercios de los escaños de la actual Cámara son ocupados por legisladores del partido oficial, Al Fatah. Algunos de sus dirigentes, como el carismático Maruan Barghouti, apuestan abiertamente por un gobierno de unidad nacional. Los propios dirigentes de Hamas, a la espera del escrutinio, no han decidido todavía si desean formar parte del futuro Ejecutivo.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.