Miércoles, 25 de enero de 2006 | Hoy
EL MUNDO › ENTREVISTA CON MICHELLE BACHELET, PRESIDENTA ELECTA DE CHILE
Por Jorge Marirrodriga/ Manuel Délano *
Desde Santiago
La socialista Michelle Bachelet, de 54 años, se convertirá el próximo 11 de marzo en la primera mujer que accede a la presidencia de Chile. En su cartera trae la reforma del sistema de pensiones y un plan de empleo que ayude a reducir la pobreza en la economía más boyante de Latinoamérica. Bachelet se ha comprometido además a garantizar que el Estado y la Justicia den salida a los procesos abiertos por la violencia política de la dictadura.
–¿Cuál será la primera medida concreta que tomará después de colocarse la banda presidencial el próximo 11 de marzo?
–Tengo un plan de 36 medidas que cumpliré en los primeros 100 días. Mis tres primeras medidas son: el reajuste de las pensiones más bajas, el acceso automático a las pensiones asistenciales y la gratuidad para los mayores de 60 años en los hospitales públicos. Son medidas concretas mientras avanzamos en las restantes, que incluyen la reforma del sistema de pensiones, con el envío de un proyecto de ley en el segundo semestre.
–El presidente Lagos ordenó abrir las puertas del Palacio La Moneda como gesto de su presidencia. ¿Cuál será el suyo?
–Más que un acto físico, el equivalente a la apertura de las puertas de La Moneda será mi formación del gobierno. El gabinete paritario es un símbolo claro de que quiero abrir La Moneda a los ciudadanos, a las mujeres y a los hombres, lo que requiere dar espacio a éstas.
–Durante su campaña anunció que terminará con uno de los últimos vestigios de la dictadura, el sistema electoral binominal. ¿Cómo podrá llevarlo a cabo sin el apoyo de la derecha?
–A pesar de que tenemos una mayoría muy importante en el Parlamento y por primera vez mayoría en el Senado, no alcanzamos el quórum que requiere el cambio del sistema binominal. Los resultados en la última elección parlamentaria demostraron a la Concertación y a la derecha que con este sistema mucha gente estupenda se pierde y no llega al Parlamento. Espero llegar a acuerdos con una parte de la derecha para que apoye cambiar este sistema por uno más representativo.
–¿En sólo cuatro años de gobierno y sin reelección habrá tiempo suficiente para acortar la brecha entre ricos y pobres, uno de los principales problemas de la economía chilena?
–Trabajaremos a través del plan de igualdad de oportunidades para generar más empleos y sacar a la gente de la pobreza.
–Menciona temas de futuro, pero ¿no teme que su presidencia quede marcada como aquella en la que fueron puestos ante los tribunales los militares relacionados con abusos a los derechos humanos en la dictadura?
–Tenemos muchos procesos en curso, gente que ha sido sentenciada, otros que estarán por recibir sentencia y garantizaré que cada poder del Estado juegue su papel y que la Justicia pueda hacer su tarea.
–Como jefa del Estado, en el caso de que en los próximos cuatro años se produzca el fallecimiento del general Pinochet, ex jefe del Estado, ¿piensa asistir al entierro?
–Tres cosas. Lo primero, como jefa de Estado haré todo lo que me digan la Constitución y las leyes. Lo segundo es que la situación procesal del general Pinochet está en curso y habrá que esperar para conocer su resultado. Y lo tercero es que violentaría la conciencia de los chilenos rendir honores a una persona que estuviera procesada o a lo mejor inculpada –eso lo dirá el proceso– por delitos al fisco y violación a derechos humanos.
–En América latina, Mercosur y ALCA se perciben como vías alternativas. ¿Con cuál se queda?
–No me parece que sean necesariamente alternativas, pueden ser complementarias. No somos miembros plenos de Mercosur porque la estructura aduanera y el desarrollo de nuestra economía son distintos. No es justo que un país deba inhibir su propio desarrollo para poder ingresar a algún tipo de subpacto, sino que uno entre con sus características. Lo mismo pasa con el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas). Empujaremos fuertemente para seguir avanzando en el ALCA, pero también guardando la diversidad.
–¿Los vecinos del Norte pueden ser un factor de inestabilidad en su presidencia?
–Espero que a mis vecinos les vaya muy bien. Bolivia ha elegido un nuevo gobernante, con el cual hablé el domingo en la noche, y espero continuar trabajando una agenda positiva y constructiva. Con Perú lo mismo. Soy una mujer que entiende que lo mejor es una política de integración y cooperación porque tenemos desafíos comunes y podemos trabajar estrechamente en los desafíos de cada país e internacionales.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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