“Prohibido pasar” fue la respuesta que recibió la hija mayor del ex dictador chileno Augusto Pinochet, Inés Lucía Pinochet Hiriart, en la mañana de ayer en Washington, donde fue retenida por el servicio de Aduanas de Estados Unidos al llegar procedente de Buenos Aires. La mujer, de 64 años, acusada de evasión fiscal y uso de pasaportes falsos junto a toda su familia, debería haber comparecido el lunes ante un tribunal, pero no lo hizo. En lugar de eso, huyó el domingo en auto hacia la Argentina, desde donde voló a la capital estadounidense. Y allí pidió asilo político.

Apenas aterrizar en el aeropuerto internacional Dulles y ser identificada, las autoridades la entrevistaron, sin llegar a estar formalmente detenida. El asunto excedió la competencia de Aduanas y fue abordado diplomática y políticamente por diversos canales entre Washington y Santiago. Entre Estados Unidos y Chile existe un tratado de extradición, pero no es seguro que se pueda aplicar a este caso. Las opciones que se barajan son la devolución forzosa o voluntaria a la Argentina y el viaje, voluntario, a Chile para comparecer ante un tribunal. A pesar de que en un principio se dijo que la hija mayor de Pinochet tenía una orden de captura internacional, la jefa de Interpol Chile, Mariela Gómez, aclaró que Inés Lucía sólo está impedida de ingresar a Estados Unidos por un requerimiento a nivel nacional y no se encuentra detenida.

El juez Carlos Cerda había procesado a Inés Lucía Pinochet por evasión de impuestos por 435 millones de pesos chilenos (poco más de 900 mil dólares), puesto que realizó inversiones en el exterior que “exceden los ingresos por ella declarados” y no declaró los intereses obtenidos por esas cuentas. Pero, a diferencia de su madre, Lucía Hiriart; sus tres hermanos, Verónica, Jaqueline y Marco Antonio, y otros miembros del clan Pinochet, Inés Lucía no se presentó el lunes para notificarse de su procesamiento, razón por la que el magistrado ordenó su detención. La mujer tampoco estuvo en la Escuela de Gendarmería de Santiago, donde sus familiares aguardaron la decisión de la Corte de Apelaciones que, finalmente, les otorgó ayer la libertad bajo fianza.

“Todos pensábamos que estaba en su casa y que no quería salir, pero nunca imaginamos que se iba a escapar”, dijo una amiga cercana de la familia que pidió reserva de su identidad. La fuente señaló además que todos los hermanos de Inés Lucía calificaron su viaje como una “estupidez”. Sin embargo, el hijo de la mujer, Rodrigo García, dijo a Radio Cooperativa que su madre nunca intentó evadir la Justicia y que su viaje fue “planificado y preparado con anticipación”. Mi madre salió del país sin problemas porque “jamás fue notificada de ningún proceso en su contra”, agregó. En tanto, el presidente chileno Ricardo Lagos dijo que la situación es “triste” porque afecta la imagen del país.