En el impredecible Perú, nadie es favorito por mucho tiempo. Hace menos de diez días, el nacionalista Ollanta Humala sorprendía al liderar las encuestas por un pequeño margen sobre la más conservadora Lourdes Flores. Ayer, sin embargo, la historia era otra.

Lourdes no sólo había aumentado su intención de voto de un estancado 25 por ciento a un 29 por ciento, sino que lo más sorprendente era la estrepitosa caída del líder nacionalista, de un 26 por ciento a un 18 por ciento. ¿Las razones para la caída de Humala? Los encuestadores señalan principalmente dos: el escándalo de la semana pasada por el supuesto intento de asesinato entre dos colaboradores de su partido, que se adelantó a denunciar como un “complot” para deslegitimarlo, y el apoyo –contraproducente– del presidente venezolano Hugo Chávez a su campaña.

Otra encuesta, realizada por la Universidad Católica en Lima y la vecina provincia de Callao –en total suponen un tercio del electorado–, aumentó la diferencia entre los dos candidatos, otorgando un 38 por ciento a la candidata conservadora frente a un sorprendente 16 por ciento.