La escalada de violencia originada por las caricaturas del profeta Mahoma continuó durante el fin de semana, especialmente en Asia y en Africa. Ayer, las principales protestas tuvieron lugar en Indonesia, Libia, Pakistán y Turquía. Por primera vez, las consignas estuvieron dirigidas no sólo a los países europeos sino también a Estados Unidos. En Indonesia, unos 400 manifestantes atacaron con piedras, huevos y tomates la embajada estadounidense. Mientras tanto, la cifra final de muertos en los enfrentamientos del sábado pasado en Nigeria alcanzó a 45. Fue la primera gran protesta en un país africano con 115 detenidos.

En Libia, los manifestantes islámicos volvieron a enfrentarse con la policía ayer en medio de los funerales de las once víctimas que dejaron los incidentes del viernes pasado cuando atacaron el consulado italiano en la ciudad de Bengasi. La protesta contra Italia se originó por la actitud del ahora ex ministro para la Reforma italiano, Roberto Calderoli, que se puso una camiseta con las caricaturas de Mahoma. Debido a la controversia, Calderoli, dirigente de la racista Liga del Norte, renunció el sábado a su cargo, provocando una posible ruptura en la coalición del premier Silvio Berlusconi, de cara a las elecciones de abril.

En Turquía y Pakistán, las manifestaciones también estuvieron dirigidas contra Washington. Decenas de miles de musulmanes marcharon ayer por el centro de Estambul, mientras que en Islamabad, la capital pakistaní, la policía reprimió una manifestación que violó la veda del gobierno. La marcha convocó a unas mil personas que concentraron sus críticas sobre su presidente, Parvez Musharraf, al que calificaron de “perro uniformado adiestrado por Bush”. A raíz de la violencia, Dinamarca decidió retirar a su embajador del país, dos días después de haber cerrado la embajada. Sin embargo, el mayor nivel de violencia del fin de semana se registró en Nigeria el sábado pasado. Unas 45 personas murieron después que la policía reprimiera a los musulmanes que atacaron unas 15 iglesias cristianas y otros tantos comercios de la misma comunidad religiosa.