La CIA detuvo ilegalmente y trasladó a países terceros a entre 30 y 50 sospechosos en el marco de la guerra antiterrorista declarada tras los atentados del 11 de septiembre en EE.UU. Esas son las cifras que ofrecieron antiguos miembros del espionaje estadounidense a la comitiva del Parlamento Europeo que viajó la semana pasada a Washington para recabar información sobre las supuestas actividades ilícitas de la CIA en territorio europeo. Las mismas fuentes confirmaron, además, la existencia de una red de cárceles secretas, instaladas en varios países de Europa, Africa y Asia, adonde los detenidos habrían sido trasladados para ser interrogados –en algunos casos bajo tortura– y recluidos al margen de la ley. La comitiva europea solicitó además reunirse con miembros del servicio de espionaje estadounidense en activo, petición que fue rechazada. Sí se entrevistaron en cambio con “altos funcionarios de la CIA hasta fechas recientes”, según indicó el ponente de la comisión temporal de la Eurocámara que investiga las actividades del espionaje de EE.UU., el socialista italiano Giovanni Fava.