La ciudad de Gaza parecía estar ayer bajo un toque de queda de facto. Las calles estuvieron todo el día desiertas y desde lo lejos se escuchaban algunos disparos de vez en cuando. En los techos de algunos de los edificios, hombres armados vigilaban la débil tregua entre Fatah y Hamas. Después de varios días de enfrentamientos, asesinatos y secuestros, el presidente Mahmud Abbas y el primer ministro Ismail Haniye parecían haber logrado que el repliegue de sus hombres. Israel, en tanto, anunció que no se involucrará en el conflicto palestino. “Nuestra intervención no va a ayudar, sino que, por el contrario, concentrará todo el poder contra Israel,” advirtió el vicepremier Shimon Peres.

Durante esta semana, los líderes de las dos principales facciones palestinas no lograron disciplinar a su gente para detener las matanzas y los secuestros. Ayer la situación empezaba a descomprimirse. De los 55 secuestrados de los últimos días en la Franja de Gaza, once hombres de Fatah y uno de Hamas fueron liberados. “El resto de rehenes serán liberados en las próximas horas”, aseguró el portavoz de Fatah, Abdelhakim Awad. “Llevamos a cabo esfuerzos significativos sobre el terreno. La situación es muy complicada y es muy difícil lograr la calma al cien por ciento”, explicó el hombre de Abbas. Desde las filas de Hamas también le restaron importancia a los tiroteos aislados. “Hemos dado un gran paso. El alto el fuego es aplicado y todo el mundo de Hamas lo respeta, si bien existen algunas violaciones puntuales”, afirmó Ayman Taha, el hombre encargado de velar por la aplicación de la tregua, que había sido acordada el viernes pasado.

Aprovechando la relativa tranquilidad, el premier Haniye recordó que ahora se tienen que preparar para la reunión de mañana en la Meca. Allí, él, Abbas y el líder de Hamas desde el exilio, en Siria, Jaleed Mechaal, intentarán retomar las negociaciones para crear un gobierno de unidad nacional y salir así de la crisis política, económica y social en la que está sumida la Franja de Gaza –en gran parte debido al bloqueo financiero de las potencias occidentales al gobierno de Hamas–. Para Mechaal, el cumplimiento de la tregua servirá para iniciar un diálogo más franco. “Le digo a Fatah que está prohibido fracasar. Sólo el diálogo podrá solventar los desacuerdos políticos. Queremos una verdadera asociación entre Fatah y Hamas, estamos en el mismo barco”, sostuvo desde Damasco.