El gobierno venezolano aprovechó las conmemoraciones del 15 aniversario del golpe militar que dirigió Hugo Chávez en 1992 para reavivar los rumores sobre una nueva conspiración estadounidense. El canciller venezolano, Nicolás Maduro, aseguró ayer que Washington está liderando una campaña internacional para mostrar a su país como una dictadura. El funcionario también arremetió contra el segundo del Departamento de Estado y ex jefe de la inteligencia estadounidense, John Negroponte. “Es un narcotraficante convicto y confeso”, dijo.

Chávez decidió denominar la fecha como Día de la Dignidad. “El 4 de febrero de 1992 se produjo el nacimiento de una democracia socialista”, aseguró el ex teniente coronel que hace 15 años intentaba tomar por las armas el Estado. Por primera vez, el presidente venezolano decidió festejar a lo grande uno de los sucesos de su vida política más cuestionados por la oposición, gran parte de la sociedad y de la comunidad internacional. Chávez se vistió con su uniforme militar y recibió a las unidades que combatieron bajo su mando aquel 4 de febrero. Rodeado por todo su gabinete, el mandatario condecoró a algunas de las figuras que se destacaron durante el levantamiento fallido. “La historia nos absolverá”, dijo el venezolano citando la frase de Fidel en su juicio después del asalto al cuartel de la Moncada.

En 1992, existía un gran descontento con el gobierno de Carlos Andrés Pérez por la cruenta represión que había permitido durante el estallido social de 1989, más conocido como el Caracazo. El intento de golpe de estado dejó 50 muertos y más de cien heridos, según datos extraoficiales, que el gobierno se sigue negando a reconocer. Chávez fue encarcelado y pasó dos años en prisión hasta que fue liberado gracias a una amnistía dictada por el ex presidente Rafael Caldera. Cinco años después se presentó como candidato a la Presidencia. Arrasó.