Martes, 20 de febrero de 2007 | Hoy
EL MUNDO › MURIERON 66 PERSONAS EN UN ATAQUE EN LA INDIA
Por Justin Huggler *
Desde Dewana, Haryana
El detalle que todos los testigos recordaban era el de los gritos de los niños mientras uno de ellos se quemaba hasta morir. Estaban atrapados dentro de un vagón del tren envuelto en llamas, mientras sus padres desesperados trataban de sacarlos de ahí. Muy pocos pudieron escapar con vida de los coches incendiados. Por lo menos 66 personas murieron cuando dos bombas detonaron en el Expreso Amistad que viajaba ayer de la India a Pakistán y, según los testigos, muchos de ellos eran mujeres y niños.
Las bombas estaban preparadas para causar incendios y las muertes deben haber sido lentas y agonizantes. Los testigos dijeron ayer que trataron desesperadamente de ayudar mientras miraban adentro de los coches a pasajeros quemándose hasta la muerte, muchos niños sacrificados al objetivo político de alguien. Y nadie sabe por qué. Quién estaba detrás de los ataques al Expreso de la Amistad, y por qué lo hicieron, seguía siendo un misterio ayer. Hubo informes no confirmados de que un hombre había sido detenido, y un policía indio dijo que tenían algunas pistas, pero no estaba dispuestos todavía a que estos detalles se hicieran públicos.
Generalmente después de un ataque en India, las autoridades hubieran culpado inmediatamente a los militantes basados en Pakistán. Pero, ayer, la mayoría de las víctimas eran paquistaníes, de regreso a sus hogares después de visitar la India.
“El tren pasó a las 11.55 de la noche”, dijo Sebhedar Karan Singh, de un pueblo cercano. “Vimos las llamas y corrimos a ayudar. Algunos de los pasajeros saltaban de los trenes con sus ropas en llamas. Tratamos de apagar el fuego, pero era demasiado grande para nosotros, no podíamos hacer nada. Los únicos que gritaban eran los niños. No puedo imaginar por qué alguien querría hacer esto. Somos los mismos, indios y paquistaníes. Todos somos seres humanos.” El tren iba de Delhi a Attari, en la frontera con Pakistán. Es uno de los dos servicios de trenes que pueden conectar los dos países: los pasajeros se cambian a un tren paquistaní en la frontera. No se había alejado mucho de Delhi cuando estallaron las bombas.
“Estábamos durmiendo después de cenar”, le dijo una sobreviviente a la televisión paquistaní. “Cuando nos despertamos, había fuego. Todos gritaban: ‘¡Por favor sálvennos, por favor paren el tren!’. Vi los cuerpos de un hombre y tres niños totalmente quemados.” El tren estaba por llegar a la estación de Dewana y el jefe de estación, Vinod Kumar Guspta, vio los vagones en llamas y corrió a tirar de la señal de emergencia para decirle al conductor que parara. Pero en el medio del campo, con los coches de bomberos a kilómetros de distancia, era demasiado tarde para poder ayudar. Los dos vagones que se incendiaron eran de tercera clase (los asientos más baratos). Los barrotes de las ventanas, puestos para evitar que la gente se cuelgue de ellas, impidieron que muchos de los que estaban atrapados adentro pudieran salvarse. Las autoridades dijeron que el fuego había comenzado por dos bombas y otras dos bombas no habían detonado. Eran explosivos pegados a químicos inflamables destinados a iniciar el fuego.
El ataque sucedió sólo días antes del aniversario de otro incendio en un tren (uno que desató las peores matanzas religiosas en India en los últimos años). El 27 de febrero de 2002, 58 peregrinos hindúes murieron en un incendio de un tren en Godhra, en Gujarat. Se pensaba que el fuego había sido iniciado por los musulmanes, aunque una reciente investigación descubrió que fue accidental. Es posible que las bombas de ayer hayan sido una venganza por Godhra. El ataque fue también una reminiscencia de los bombas en los trenes de Bombay en julio pasado, cuando por lo menos 209 personas murieron.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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