EL MUNDO › HABLO ZOUGAM, ACUSADO DEL 11-M

“No fui un buchón”

 Por J. A. R. y J. Y. *
Desde Madrid

Jamal Zougam atribuyó ayer su detención en relación con los atentados del 11-M a una “venganza” policial por haberse negado a trabajar como confidente para la Comisaría General de Información de la policía. El hombre considerado clave para desentrañar la masacre aseguró que a lo largo de 2001 fue tentado en dos ocasiones y por cuerpos diferentes para alcahuete policial de las supuestas actividades de islamistas en el barrio de Lavapiés. Pero, según dijo, no atendió las sugerencias ni del Centro Nacional de Inteligencia ni de la policía.

Zougam había contado el miércoles pasado que rechazó la oferta del CNI porque ni sabía de qué le hablaban ni tenía tiempo para hacer de chivato. Lo que no explicó es por qué se fijaron en él. Ayer precisó que las ofertas vinieron a raíz de que fuera investigado en 2001 a petición de las autoridades francesas por su supuesta implicación en un complot para atentar contra la Embajada de EE. UU. en París. A finales de ese año, el dueño de la tienda de telefonía de la calle del Tribulete, en el barrio de Lavapiés, también fue investigado por su supuesta relación con la célula islamista de Abu Dahdah, vinculado con los preparativos del 11-S. Cuando fue investigado por el asunto de París, fue llevado a la central de la policía en Canillas, un barrio al norte de Madrid. “Durante el interrogatorio, un agente me propuso otra vez trabajar para ellos. Me insistió tanto que le pedí el teléfono y le dije: ‘Si me entero de algo te lo digo, pero no voy a trabajar de confidente’. Nunca lo llamé”, relató. Según su testimonio, el 16 de marzo, tres días después de ser detenido, fue a verlo el mismo policía. “Vino y me dijo: ‘Si hubieras colaborado no te habría pasado esto’. Entendí que mi detención era una venganza”, explicó.

Zougam volvió a decir que había sufrido malos tratos en la comisaría, argumento que fue recogido por otro de los supuestos autores materiales, Abdelmajid Bouchar. Este aseguró que uno de los motivos que lo impulsaron a irse de España, que no a huir, fue el miedo a ser detenido por árabe y a que lo maltratasen. Bouchar, que se definió como un atleta cerca de conseguir el oro en unas olimpíadas, precisó que la policía de Serbia, donde fue detenido, lo sometió a malos tratos y que aún tiene secuelas en la mano derecha.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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