Turquía ataca a Irak pero no invade. El ejército turco mató ayer cerca de 20 rebeldes kurdos en el este de Turquía, en una jornada en la que hubo manifestaciones por el conflicto en ese país, Alemania y España. A la espera de una reunión próxima en Washington, el gobierno turco continúa incrementando la presencia militar en la frontera con Irak. Por su parte, el presidente de Kurdistán acusó al país vecino de querer invadir toda la provincia iraquí, que pugna cada vez más por una mayor autonomía.

Con el apoyo de helicópteros, miles de militares turcos asesinaron ayer entre 15 y 20 militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el este de Turquía, a 600 km de la frontera con Irak, informó la televisión CNN Turk. En tanto, el ministro turco de Relaciones Exteriores volvió a advertir sobre la posibilidad de una incursión en Irak en su visita a Teherán. “Disponemos de distintos instrumentos. Podemos utilizar la vía diplomática o recurrir a la fuerza militar”, señaló tras entrevistarse con su homólogo iraní Manuchehr Mottaki.

En cambio, el canciller iraní se opuso a una acción unilateral de Turquía, al igual que EE.UU. y la Unión Europea. Mottaki responsabilizó a Estados Unidos de las crecientes actividades terroristas en Irak y acusó a Washington incluso de apoyar a algunos de esos grupos.

Mientras el ejército de Turquía refuerza con tropas la frontera y restringe el acceso a Irak, el gobierno del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan se prepara para una agenda diplomática cargada en momentos en que los medios lo critican por su diplomacia. El jueves se encontrará con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, quien hará un alto en Ankara antes de asistir a una Conferencia Internacional de los países vecinos de Irak el viernes y sábado en Estambul. Allí también se abordará el conflicto turco-iraquí. Después, el 5 de noviembre, Erdogan y el presidente norteamericano, George Bush, se reunirán en la Casa Blanca.