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Desde Santa Cruz de la Sierra

Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz, es el líder indiscutible del proceso autonómico en Bolivia. Si su departamento consigue la autonomía, será ascendido a gobernador, status hasta ahora desconocido en el país andino. En diálogo con Página/12, el dirigente opositor rechazó la Constitución de Evo Morales y advirtió que utilizará ese nuevo cargo para potenciar a la provincia más rica del país. “No seré un gobernador de adorno”, señaló.

–¿El Estatuto es separatista?

–El Estatuto Autonómico ha surgido de un largo proceso democrático. Aquí no puede haber separatismo, porque el 40 por ciento de la población viene de otros departamentos. Además, hemos sido democráticos. Hemos usado la iniciativa ciudadana para ir a un referéndum, que es algo que nos permite la Constitución Política del Estado. Como es del conocimiento de la población, necesitábamos alrededor de 80 mil firmas para llegar a la consulta departamental y conseguimos 500 mil con el objetivo de que no sea sólo en Santa Cruz, sino también en todo el país. Es así que conseguimos eso y también la elección de prefectos (gobernadores) en todos los departamentos, además de que el presidente convoque un referéndum, en el cual la autonomía era vinculante a la Asamblea Constituyente. La población también sabe que la Asamblea Constituyente no ha cumplido con la Ley de Convocatoria y por eso nosotros acudiremos nuevamente al soberano, para que en un referéndum refrende el estatuto aprobado hoy (ayer). Ese será el proceso democrático que vamos a empezar. Necesitamos 70 mil firmas, pero buscaremos un millón.

–El presidente dice que la autonomía está garantizada en la nueva Constitución.

–El gobierno ha encontrado la fórmula de confundir los términos, pero yo quiero aclarar que la autonomía no es anarquía. La Presidencia estuvo en contra de la autonomía, hizo una campaña en forma decidida y directa en contra de este proceso; pero como la población respaldó la autonomía, perdió. Ahora los que estuvieron en su contra intentan decirnos cómo va a ser la autonomía y desorientarnos introduciendo otros tipos de autonomía y distorsionando la pregunta que claramente decía: autonomía departamental. Por eso votó la población y no por otro tipo de autonomía.

–El presidente habla de un modelo seccional y cantonal. ¿Santa Cruz lo está implementando eligiendo hasta los corregidores seccionales?

–No hay tantos bailes. La autonomía es una sola y tiene el principio de subsidiaridad y de solidaridad. Esto quiere decir que el proceso es de abajo para arriba. Nosotros somos bondadosos y en este año de gestión venimos haciendo autonomía, para los departamentos y que con el Estatuto Autonómico vamos a estatuir que el 90 por ciento de las regalías se reparte a las provincias (regiones de los departamentos). Para ello usamos los consejos de participación popular, en los que están integrados por los intendentes, los representantes de la sociedad civil, los indígenas y los comités cívicos. Ellos son los que decidieron qué se va a hacer con los recursos. Eso tapó nomás la boca a aquellos que estaban tratando de desorientarnos, pues no volvieron a hablar de autonomías departamentales.

–El Estatuto cambia la figura de prefecto a gobernador. ¿Usted ya es gobernador?

–No. Primero, para que haya un gobernador habrá que hacer una nueva elección. Soy simplemente un prefecto, soy un hombre que mi pueblo me ha dado la oportunidad estar aquí en estos momentos históricos.

–¿Qué pasará con el recorte del IDH desde el 1º de enero?

–Espere que al menos pasemos Navidad. El gobierno no permite la democracia, pues tiene un proyecto totalmente hegemónico y lógicamente que los seis gobernadores que no estamos con su línea no tenemos su aprobación. Eso nos tiene sin cuidado porque los prefectos tenemos más del 60 por ciento de aprobación de la población, y eso quiere decir que hacemos una buena gestión. El gobierno ha tratado de desestabilizarnos de todas formas, ahora han descubierto la pólvora con la fórmula económica. No obstante, esto también lo están haciendo vulnerando la ley, pues el IDH fue aprobado en un referéndum. Quieren quitarnos los recursos para que no hagamos gestión, que representa agua potable, caminos y desarrollo productivo para áreas rurales. Pero no vamos a permitir ser simplemente prefectos de adornos ni vamos a caer en lo que quiere el centralismo, que es imponer a dedo a su prefecto y tener recaudadores para que vuelva la corrupción y se nos imponga el prebendalismo. Eso no lo vamos a permitir.

–¿Habrá autonomía de facto?

–No. Irá en una cláusula transitoria en la que el Consejo Departamental asumirá potestades legislativas. Eso ya había sido aprobado en una resolución en 2006, pero desde ahora actuará como una Asamblea Legislativa hasta que el referéndum apruebe el estatuto y se pueda elegir a los miembros.

–¿Se rechaza la Constitución aprobada por el MAS?

–Nosotros no podemos ir a un referéndum porque esa Constitución Política del Estado es nula de pleno derecho, ya que la Constitución fue aprobada con muertos y atropellando la ley. Lo que pasa es que en Bolivia no ha habido el espíritu ni el ánimo de hacer un gran pacto por Bolivia, por buscar realmente mejorar las condiciones de vida, por luchar contra la pobreza, para que las tierras tengan realmente una vocación agrícola. Si hubiese sido así, todos hubiéramos estado de acuerdo con la Constitución. El texto se hizo por imposición, y se implantó un modelo que viene directamente del presidente Chávez.

–¿El gobierno departamental podrá crear empresas en el sector hidrocarburos?

–Sobre los recursos no renovables lo que estamos pidiendo es que tengamos una responsabilidad compartida con el gobierno central. Pero si tenemos los recursos económicos, ¿por qué no crear una empresa y participar en la explotación?