El referéndum revocatorio al que se sometió ayer el presidente boliviano, Evo Morales, no fue indiferente para la Argentina. Legisladores y personalidades del país viajaron para participar del plebiscito con el que Morales pretende fortalecer su figura frente a la oposición de las provincias ricas. También la comunidad boliviana se manifestó de manera simbólica en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano, a pesar de que todavía no está reglamentada la norma que les permitirá participar oficialmente de los procesos electorales en su país.

El ex vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez, en su carácter de titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, se puso al frente de la comitiva de 40 observadores que envió el bloque, entre quienes se encontraba el diputado ex arista Carlos Raimundi. Ayer su destino fue la ciudad de El Alto, cercana a la capital paceña, donde aseguró que todo se estaba “desarrollando con normalidad” luego de recorrer varios centros de votación. “Se nota mucha tranquilidad en las calles y en los centros de votación y las autoridades de mesa, con las que pudimos conversar cumpliendo con nuestra misión, actúan con celeridad y ejerciendo su investidura en lo que vemos como un proceso de mucha transparencia”, agregó el edil de Solidaridad e Igualdad (SI).

Pero también viajaron los diputados del Bloque Encuentro Popular y Social, Ariel Basteiro (Partido Socialista) y Victoria Donda (Movimiento Libres del Sur). Los legisladores kirchneristas desembarcaron en Bolivia para fiscalizar el desarrollo de las elecciones junto a un grupo de representantes de organizaciones sociales, gremiales y políticas de Brasil, Uruguay y Paraguay cercanas al proceso que Evo Morales puso en marcha en 2005.

Además, en algunos barrios de la ciudad se pudo ver a una parte de la comunidad boliviana concurriendo al “voto simbólico” organizado por el Comité de Defensa del Proceso de Cambio y la Soberanía Popular Originaria en Bolivia. La votación se realizó en distintos puntos de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense y tuvo el carácter de simbólico, ya que aún se encuentra en el Senado boliviano, con mayoría opositora a Morales, el proyecto ya aprobado en Diputados para que los nacidos allí puedan votar en el exterior. Allí Morales ganaba con un 96 por ciento.

Sixto Valdés, encargado de negocios de la embajada en Argentina pero que cumple rol de embajador, emitió su voto en el barrio de Liniers, donde se encontraba una de las cien urnas distribuidas en 23 centros de votación. Mientras, el cónsul general, José Alberto González, lo hizo en Plaza de los Virreyes, lugar donde se vio una gran concentración de ciudadanos bolivianos residentes haciendo cola para votar, combatiendo la espera con debates a favor y en contra del gobierno de Morales. Allí quien hizo las veces de veedor del proceso fue el Partido Humanista, invitado por los organizadores.