Un día después de dar marcha atrás con su proyecto para otorgar prisión domiciliaria a todos los mayores de 70 años, el presidente uruguayo, José Mujica, intentó entrarle al problema carcelario por otro ángulo. Se reunió de forma sorpresiva con los líderes de las bancadas opositoras y les pidió apoyo para avanzar y acelerar la construcción de nuevas cárceles. Los senadores Luis Alberto Heber, del Partido Nacional, y Ope Pasquet, del Partido Colorado, coincidieron con Mujica y le prometieron que respaldarían la iniciativa con sus votos en el Congreso. “El presidente quería informarles a los coordinadores de la oposición la situación de las cárceles y la necesidad que tiene de encontrar nuevos elementos para resolver esta problemática. Los partidos de la oposición dieron su visto bueno”, contó luego el senador oficialista y hombre de confianza del presidente, Alberto Couriel. Aún no hay un plan concreto, excepto el anuncio del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, sobre la construcción de dos prisiones de alta seguridad y otros centros de mediana y baja seguridad.