El conservador David Cameron cosechó una gran demostración de apoyo de sus parlamentarios por la última oferta hecha a los liberal demócratas de convocar a un referéndum para modificar el sistema electoral británico, demanda histórica de los liberales que genera escalofríos a los tories. Aun así, una reunión a puertas cerradas, los conservadores alentaron al referente tory por esta iniciativa pero, por lo bajo, se colaba la ansiedad y una furia disfrazada por lo que catalogan como una obvia “traición” del partido encabezado por Nick Clegg, cuyos acercamientos con el primer ministro Gordon Brown se hacían cada vez más notorios. “David (Cameron) ha cambiado el partido para ayudarlos a obtener este punto”, se quejó el conservador Michael Gove, en referencia a la propuesta de someter a votación popular la introducción de un sistema electoral proporcional. Sin embargo, tal oferta no conquistó el apoyo de los liberales para conformar una coalición mayoritaria.