Anoche, Rousseff y Serra volvieron a enfrentarse en el penúltimo debate de cara al domingo. Ambos candidatos deben enfocarse en conquistar a los indecisos, pero también a los 56 millones de electores en los mayores colegios electorales de Brasil: San Pablo, Minas Gerais y Río de Janeiro. El presidente del PT, José Eduardo Dutra, coordinador de la campaña de Dilma, dijo que esta semana será importante para que los presidenciables reafirmen sus propuestas. “Vamos a debatir proyectos.” Esa es la meta del oficialismo. De parte de la oposición, el senador Sergio Guerra, presidente del PSDB, dijo que confía en que Serra revierta la ventaja de su rival. Según los coordinadores de campañas, la estrategia de los candidatos será confrontar las ideas propuestas y no tanto entrar en los temas espinosos que estuvieron marcando el paso en las últimas semanas, como el aborto y la religión. Así, Rousseff debe profundizar en los puntos débiles de Serra mientras estuvo a la cabeza del estado de San Pablo, cuestionar promesas como el aumento del salario mínimo o poner dos profesores en las aulas del primer año escolar. Dilma debe insistir en el tema de la privatización de las empresas estatales. Por el lado del candidato socialdemócrata, la idea de su sector es que enfatice en propuestas sociales para atraer al electorado proveniente de los sectores de menores recursos.