El Departamento de Estado norteamericano reclamó ayer que Libia sea suspendida del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El pedido fue apoyado por Francia y por México.

“Respaldamos que se expulse a Libia del Consejo de Derechos Humanos”, dijo el portavoz Philip Crowley. “El gobierno libio ha violado los derechos de su población. Tomar este paso haría avanzar el aislamiento que actualmente enfrenta el gobierno de Libia”, aseguró el vocero.

El Consejo, con sede en Ginebra, se reunirá hoy. Pero la secretaria del Departamento de Estado norteamericana, Hillary Clinton, recién viajará para la sesión del lunes para participar en las consultas necesarias para avanzar en “acciones efectivas”, adelantó Crowley.

Por su parte, la Cancillería francesa afirmó en un comunicado que la represión que se desató en el país norafricano podría tipificarse como crimen contra la humanidad. Los diplomáticos galos recordaron que se está negociando entre los 47 países miembros de ese Consejo de la ONU una resolución de condena contra la violencia que los seguidores de Muammar Khadafi están ejerciendo contra los manifestantes de la oposición. Por lo pronto, México ya adelantó que se alineará con la Casa Blanca.

Desde la Cancillería francesa también pidieron a sus socios extranjeros que respalden con su voto esa iniciativa. Según el Elíseo, se deben estudiar todas las medidas a adoptar incluyendo el recurso a la Justicia internacional. Pero la decisión de llevar la causa a la Corte Penal Internacional (CPI) debe partir del Consejo de Seguridad de la ONU.

Más tarde, el portavoz de la Cancillería francesa, Bernard Valero, indicó que París desea que una misión investigadora independiente, imparcial y creíble, bajo la égida de las Naciones Unidas, pueda ser enviada a Libia. “Esa delegación podría evaluar el alcance de los crímenes cometidos y en particular si tuvieron lugar crímenes contra la humanidad”, precisó.