No hubo en una época una institución estadounidense más hostil al gobierno paria del coronel Muammar Khadafi que la CIA, que había perdido su vicejefe de la oficina de Beirut cuando los operativos de inteligencia libios volaron al Vuelo 103 de PanAm sobre Escocia en 1088. Pero después de los ataques del 11 de septiembre, la CIA estuvo muy cerca del servicio de inteligencia de Khadafi para buscar información sobre Al Qaida en el norte de Africa. Ahora, la CIA se pregunta si esos lazos cegaron sus corrientes de disenso y pueden ahora dañar a Estados Unidos. Los principales funcionarios estadounidenses dicen que esos lazos trajeron importantes beneficios, el desmantelamiento del programa de armas nucleares de Khadafi y una sociedad para rastrear células terroristas en el país. Pero Dennis Blair, un alto funcionario de inteligencia estadounidense, dice que “no sólo esas relaciones de inteligencia interfieren con nuestra habilidad para entender las fuerzas de la oposición, sino que a menudo identifican a Estados Unidos con las herramientas de la opresión”. Agregó que los recientes levantamientos ofrecen una oportunidad de “alinear nuestras relaciones de inteligencia con nuestros valores nacionales”.