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Alvaro Uribe, presidente de línea dura de Colombia, se reunirá hoy con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un encuentro que Bogotá considera importante para fortalecer sus fronteras y evitar que guerrilleros y narcotraficantes utilicen a los países vecinos como refugio. Uribe buscará incrementar el intercambio de información entre ambos países para combatir a los grupos armados ilegales colombianos que operan en la selvática frontera de 1645 kilómetros, en donde, según fuentes oficiales, operan las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, 17.000 combatientes). El diario O Estado de Sao Paulo, que cita fuentes de inteligencia colombianas, denunció a comienzos de este mes que las FARC tienen tres campamentos en Brasil. Las relaciones entre Brasil y Colombia han tenido puntos de fricción, debido al rechazo brasileño al Plan Colombia de EE.UU. –un programa de adiestramiento militar contra narcotraficantes y, desde hace unos meses, guerrilleros– y por la negativa de Brasilia a caratular a las FARC como “terroristas”.