EL MUNDO › MAHMUD ABBAS
El líder sin atributos
Su nombre de guerra es Abu Mazen y es el líder palestino elegido por Washington para negociar la paz entre Palestina e Israel. Es que, desde el año pasado, George W. Bush se niega a reconocer la existencia del presidente palestino Yasser Arafat, al que considera un “inútil”. Mahmud Abbas tiene fuertes conexiones con la izquierda israelí y fue el arquitecto de los acuerdos de paz de Oslo en 1993. Pero apenas tiene un dos por ciento de popularidad entre los palestinos y está claro que el hombre fuerte de esa nación sigue siendo Arafat.
Mahmoud Abbas nació en 1935 en la ciudad palestina de Safed, por entonces bajo control británico y actualmente dentro del territorio israelí. A los 13 años emigró a Siria como refugiado. Fue maestro de primaria, se recibió de abogado en la Universidad de Damasco y se ganó una beca para hacer un posgrado en historia en Moscú. Más tarde consiguió un puesto en la administración pública de Qatar y empezó a organizar agrupaciones palestinas. Fue allí donde conoció a las que luego serían figuras claves de la Organización por la Liberación de Palestina (OLP). Conoció a Yasser Arafat y juntos fundaron Al Fatah, el principal movimiento político de la OLP. Integró el Consejo Nacional de Palestina y en 1988 fue designado jefe de la cartera de los territorios ocupados. Después de la primera Guerra del Golfo, Abbas visitó Arabia Saudita, donde pidió “perdón” a los países del Golfo por el apoyo de la OLP a Irak. Luego de 48 años de exilio, en 1995 volvió a Palestina. Un año después fue elegido secretario general del comité ejecutivo de la OLP, un cargo que, en la práctica, lo convertía en el segundo líder palestino después de Arafat.
Pero mientras el presidente de la Autoridad Palestina (AP) se muestra como un tipo polémico y carismático, Abbas se ha mantenido, hasta ahora, en un segundo plano. nadie duda de que es un hombre pragmático. Fue el encargado de juntar fondos para la OLP y uno de los principales iniciadores del diálogo con la izquierda judía y los movimientos pacifistas antes de que Israel y Palestina comenzaran cualquier tipo de negociación formal. Por sus fuertes contactos con la izquierda israelí lo han llamado la “paloma de la paz” de la OLP. En los ‘90 dirigió el equipo de negociación palestino que participó en las charlas secretas de Oslo. Y en 1993 firmó este acuerdo de paz con Israel. Junto con el laborista israelí Yossi Beilin, en 1995 Abbas elaboró el “Plan Mazen-Beilin”, un controvertido borrador de un acuerdo entre Israel y la OLP que se ocultó durante cinco años, hasta que fue publicado en el 2000.
Luego de una larga disputa con Arafat, en marzo Abbas fue nombrado primer ministro del nuevo gabinete palestino. Washington tuvo mucho que ver en su designación, pero todavía no está claro qué autoridad tiene entre los palestinos, ya que Arafat insiste en seguir comandando las relaciones de la AP con Israel. Sin embargo, Arafat no fue invitado a la cumbre de Aqaba. “Hace muchos años que está en el poder y la vida de los palestinos ha empeorado”, dice Bush. Pero su antipatía por Arafat se remonta a enero del 2002, cuando Israel atrapó al “Karin A”, un barco de la AP que llevaba 50 toneladas de morteros y misiles iraníes a los territorios ocupados. Bush le pidió explicaciones a Arafat y éste dijo que todo era un invento de Israel para frenar las negociaciones de paz, que por entonces había iniciado el mediador norteamericano Anthony Zinni.
Desde entonces, Bush se ha negado a reconocer la existencia de Arafat y ha presionado para que Palestina celebre eleciones “libres” sin el líder palestino. Sus fichas están puestas en Abbas, del que dice es un hombre “comprometido a derrotar el terror” de los grupos extremistas. Abbas está en contra de la Intifada y busca que Hamas, Jihad y otros grupos islámicos declaren una tregua en sus ataques contra blancos israelíes. Pero, al igual que Arafat, exige el retorno de casi cuatro millones de refugiados palestinos a territorio israelí, una condición que, de mantenerse, seguramente trabará cualquier tipo de negociación entre Palestina e Israel.