El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó al rey saudí Salman bin Abdulaziz para hablar sobre el acuerdo alcanzado ayer entre Irán y las principales potencias mundiales. Según el portavoz del jefe de Estado norteamericano, Josh Earnest, Obama se comunicó con el monarca árabe para expresarle su compromiso con sus socios del Golfo Pérsico a la hora de “contrarrestar las actividades desestabilizadoras de Irán en la región”. Además, Earnest señaló que el mandatario norteamericano tiene pactada una audiencia en la Casa Blanca en la que contestará preguntas respecto del contenido del acuerdo firmado ayer. En tanto, Riad expresó su apoyo al acuerdo entre las potencias e Irán, aunque insistió en la necesidad de llevar a cabo inspecciones exhaustivas en todas las instalaciones nucleares –incluidas las militares– para garantizar su cumplimiento, además de crear un mecanismo para restaurar las sanciones en caso de que Irán viole el acuerdo. Los expertos consideraron que el llamado de Obama se debió a que se creía que lo pactado podría despertar resquemores en la región del Golfo –donde Riad mantiene una tirante relación con Teherán por conflictos religiosos, políticos y económicos–, ya que se consensuó una serie de disposiciones con el objetivo de que Teherán no pueda fabricar armamento nuclear, a cambio del levantamiento de algunas de las sanciones económicas que pesan en su contra.