EL MUNDO
Del horror al reclamo
IMANOL ARIAS *
Estaba en la cocina, con las noticias, y el hervir del café coincidió con el espanto al intuir que podría ser un atentado. La jornada de rodaje fue terrible. El número de víctimas era tan brutal que nos fue invadiendo el dolor, el silencio, el desconcierto. Llegué a casa a las 19.30 y vi las imágenes con las que el resto de los ciudadanos había sufrido todo el día. El primer día fue el horror, el segundo empecé a exigir información. Acudí con mi familia a la manifestación de Madrid. Entonces me dediqué, como ha dicho algún articulista, a los juegos de izquierdista de salón. Me gusta pensar que somos una nación capaz de organizar encuentros entre el mundo árabe y el occidental, dejar de ser el tonto acompañante contemporáneo.
* Actor.