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Por Ewen Mac Askill

El ejército israelí y el grupo guerrillero basado en Líbano Hezbolá intercambiaron fuego ayer mientras las relaciones árabe-israelíes se deterioraban significativamente entre temores de que pueda abrirse un segundo frente en el conflicto de Medio Oriente. El presidente sirio Bashar Assad anunció ayer el redespliegue de 20 mil tropas sirias en Líbano. Fuentes del Foreign Office británico dijeron que la decisión puede ser interpretada como un signo de que Assad está ansioso por evitar el conflicto o, más ominosamente, que se trata de planes de contingencia. El año pasado, Israel lanzó dos veces ataques aéreos contra posiciones militares sirias en represalia por ataques de Hezbolá. Siria es uno de los principales patrocinantes de Hezbolá. Testigos oculares dijeron que más de 100 camiones repletos de soldados sirios comenzaron a entrar en el valle de Bekáa cerca de la frontera siria desde posiciones ubicadas más al oeste. Se espera que la operación se complete en una semana.
La relación crecientemente tensa entre Israel e incluso los países árabes moderados se puso de manifiesto ayer cuando Egipto anunció que iba a suspender contactos no diplomáticos. Egipto dijo que solamente mantendría contactos diplomáticos que puedan ayudar en forma directa a los palestinos. Pero la decisión de Egipto es largamente simbólica y el verdadero peligro para Israel reside a lo largo de la frontera libanesa. Hezbolá es una fuerza disciplinada y bien equipada en comparación con los palestinos. Ayer Hezbolá atacó a tropas israelíes en las disputadas granjas de Shebáa cerca de las alturas del Golán donde convergen las fronteras israelíes, libanesas y sirias. En el segundo ataque de este tipo en dos días, Hezbolá disparó tres misiles antitanque contra posiciones israelíes. La Fuerza Aérea israelí atacó posiciones en la aldea libanesa de Shaaba. Los choques entre Israel y Hezbolá son frecuentes, pero los temores israelíes de que Hezbolá pueda estar planeando una ofensiva seria han aumentado debido a un nuevo hecho en días recientes: un aparente ataque misilístico de Hezbolá dentro de Israel. Hezbolá ha negado su responsabilidad.
El gobierno libanés, que todavía está recuperándose de la devastación de su guerra civil, rogó ayer a Hezbolá que no abriera un segundo frente contra Israel. Pero el gobierno libanés tiene poco control sobre Hezbolá. Israel advirtió el martes que la apertura de un segundo frente por Hezbolá tendría “consecuencias alarmantes”. Estados Unidos, haciendo eco a las preocupaciones israelíes, también ha enfocado su atención en Siria. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, acusó el lunes a Siria y a Irán de enviar armas al Líbano para ser usadas por Hezbolá. Estados Unidos habría bloqueado una reciente propuesta de venta de armas europeas a Siria.