EL MUNDO
La guerra de los balseros
Un trágico naufragio que dejó 31 emigrantes ilegales desaparecidos en el estrecho de Florida recalentó ayer el viejo diferendo migratorio entre Cuba y Estados Unidos, once años después de un acuerdo que trató infructuosamente de liquidar el drama de los balseros. “Responsabilizamos al gobierno de Estados Unidos con la muerte de 31 personas, que casi con seguridad han perecido todas, y llamamos una vez más a las autoridades estadounidenses a que pongan fin al contrabando de personas organizado y financiado desde ese país”, expresaba una nota del gobierno cubano. Pocas horas después, la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana reaccionó en un comunicado devolviéndole las culpas a La Habana. “La acusación del gobierno cubano de que Estados Unidos es el responsable de la presunta muerte en el mar de 31 personas es un intento cínico de evadir su propia responsabilidad”, subrayó el breve comunicado en inglés. La operación de tráfico ilegal humano tuvo lugar el pasado 16 de agosto, cuando dos “lancheros” provenientes de Miami, sur de Florida, recogieron a 32 personas en Cuba, pero la nave colapsó por el peso excesivo de su carga.