El gobierno de Evo Morales acudió a su grupo de países amigos para que lo ayuden a resolver la nueva crisis política que atraviesa Bolivia. Así que hoy a las 6.45, el canciller argentino Jorge Taiana embarcará hacia La Paz donde se encontrará con su par brasileño Celso Amorim y el vicecanciller de Colombia, Camilo Reyes. Los tres intentarán encauzar la situación boliviana reuniéndose con los sectores en disputa.

Desde la anterior crisis que enfrentó a las provincias más ricas con el gobierno central en Bolivia quedó constituido el grupo de países amigos –Argentina, Brasil y Colombia– que se comprometieron a seguir de cerca la situación y, llegado el caso, a ser convocados si hacía falta. Evo lo hizo luego de que las provincias opositoras convocaran a referendos autonómicos que fueron declarados ilegales. Morales amenazó con declarar el estado de sitio.

Lo curioso es que los tres cancilleres –con peso propio en la región– iniciarán una gestión que actuará en paralelo a la que lleva adelante una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), que encabeza el ex canciller argentino y subsecretario de asuntos políticos del organismo, Dante Caputo. También la Iglesia Católica está interviniendo en el problema. Pero, en apariencia, Evo Morales no tiene mucha fe en el triunfo de la gestión de Caputo ni el de la Iglesia, porque acudió al auxilio de los países vecinos.

Los cancilleres armarían una agenda de contactos para entrevistarse con los principales referentes del gobierno y de la oposición. Según los sondeos realizados, habían encontrado buena predisposición de todas las partes para reunirse.

Hoy mismo, Taiana y el colombiano Camilo Reyes mantendrán entrevistas con el presidente de Bolivia en el Palacio Quemado. Luego verán también al titular del Senado, Ortiz Quiroga, y con el canciller David Choquehuanca. En tanto, Celso Amorim llegará a Bolivia mañana. Anoche, en Bolivia se mencionaba que a los tres se les sumará la mexicana Patricia Espinosa.

La delegación de cancilleres tenía previsto encontrarse con los jefes de la oposición, un día después de que los vea Dante Caputo.

Hasta ahora, Evo Morales siempre consiguió un fuerte respaldo de parte del resto de los gobiernos de la región. Morales ganó las elecciones en diciembre de 2005 con el 53,7 por ciento de los votos, pero desde el año pasado viene soportando una actitud cada vez más hostil de parte de las llamadas “provincias de la media luna”. Estos departamentos, los más ricos del país, buscan imponer autonomías que van más allá de los marcos legales que permite la Constitución de Bolivia. De ahí la amenaza de Evo Morales de dictar el estado de sitio para “preservar la unidad nacional”.