Lunes, 7 de abril de 2008 | Hoy
Se sabe que Cristina Fernández de Kirchner pretende darle un mayor protagonismo internacional a su gestión. Hasta ahora no pudo cumplir con el objetivo, pero esta semana –reuniones con Nicolas Sarkozy y Tom Shannon mediante– se pondrá de nuevo en línea. En la Cancillería también trabajan en pos de esa intención. Cristina Fernández ya detenta la presidencia pro témpore del Mercosur hasta mitad de año y la semana que pasó le avisaron que también ocupará la representación de América latina en la Cumbre ALC-Unión Europea que se celebrará el mes que viene en Lima. Con la triple presidencia –Argentina, Mercosur, América latina–, en el oficialismo sueñan con que los tiempos de una gestión con más brillo internacional están por venir
Los empleados del diputado del ARI Autónomo Carlos Raimundi ya están curados de espanto con su proverbial impuntualidad. En plan de chanza, pegaron en la pared de su oficina una tabla de conversión que de un lado lleva frases del dirigente bonaerense y, del otro, la cantidad de minutos que faltan para que llegue. Así, “estoy a tres cuadras” de un lado de la tabla equivale a “faltan 30 minutos para que llegue”. O bien “ya estoy subiendo al ascensor” corresponde a “faltan 15 minutos”. Y así sucesivamente hasta “estoy a dos minutos”, que corresponde, obviamente, a cinco minutos. Con suerte
Un pedido de informes no se le niega a nadie, se suele decir en el Congreso. Pero, a veces, los temas suelen irse de ídem. Es el caso del pedido que hizo el diputado radical Pedro Moriti. El comunicado en el que anunció su pedido de informes al Ejecutivo se tituló: “Piden que el Gobierno informe a quién quiere pasar a degüello el secretario Moreno”. Se refería al gesto que le hizo el polémico secretario de Comercio Interior al ministro de Economía, Martín Lousteau, en el acto del martes pasado. “Extraoficialmente se dijo que el gesto obedecía en realidad a una discusión futbolística. El Ejecutivo debería explicar si lo de Moreno no debería interpretarse como una incitación a la violencia deportiva”, aseguró Moriti en su pedido
Martín Sabbatella no suele definirse como kirchnerista. Sergio Massa sí. Los dos son intendentes. El primero de Morón, el segundo de Tigre. La semana pasada, sin saberlo, ambos fueron objeto de comparaciones –elogios en un caso, cuestionamientos en el otro– por sus decisiones ante la convocatoria lanzada por el Ejecutivo para concentrarse en Plaza de Mayo “en defensa del gobierno nacional y popular”. En Morón, Sabbatella ordenó suspender la primera sesión del Concejo Deliberante para facilitar la asistencia al acto. Incluso, participó él mismo. Distinta fue la decisión de Massa en Tigre. El Concejo Deliberante tuvo su primera sesión ordinaria sin ninguna alteración en la agenda. “Se dice de los nuestros, pero no hizo nada por el acto”, se quejaron varios dirigentes K. Como contrapartida, elogiaban a Sabbatella, aunque el intendente no concite demasiada simpatía personal
El negocio de los pools de siembra de soja no es nada desconocido entre la dirigencia política. Incluso dentro del kirchnerismo. A pesar de la dura escalada en la puja con las entidades ruralistas, algunos dirigentes y funcionarios del oficialismo tienen sus ahorros depositados en fondos de inversión creados al solo efecto de alquilar campos y sembrar soja. Uno de los principales impulsores de esta alternativa fue el hoy intendente de un partido de la zona sur. No es el único dirigente peronista que invirtió en tierras. El senador Carlos Reutemann, alejado del mundillo K tras sus declaraciones a favor del lockout, posee unas cuantas hectáreas. Aunque hay que decirlo: entre los terratenientes con activos en soja también hay gerentes de conocidos multimedios
Durante la guerra de Malvinas, el Comando de Infantería de Marina envió una sección de 18 perros de guerra para impedir infiltraciones británicas, proteger los puestos de comando, las centrales de comunicaciones y los depósitos. Luego de cuatro días de ataque, se dieron cuenta de que la alarma más eficaz ante los bombardeos fue dada por los aullidos de los perros. En los últimos días de combate se decidió el envío de perros a la primera línea, y fueron los tres mejores, con sus inseparables parejas: los conscriptos del Greco con “Naro”, Andicochea con “Negro” y Silva con “Xuavía”. Su envío al frente no tuvo éxito, los perros no se acostumbraron al fragor del combate. Solo regresó Xuavía, el resto no dejó ningún rastro. Cuando regresaba preñada, Xuavía encontró a un soldado del Ejército herido en el suelo, cubierto de nieve. Se echó a su lado para darle calor hasta que llegaron los camilleros. De los perros que regresaron al continente, Vogel presidió todas las ceremonias de la unidad luciendo, en su capa, la condecoración otorgada por la participación en la gesta. El miércoles pasado, 2 de abril, les levantaron un monumento en el municipio de Río Grande
El nombre de Felipe Solá surgió, en medio de versiones cruzadas, como un posible “interlocutor” de las entidades rurales, en la negociación con el Gobierno. El ex gobernador bonaerense y actual diputado nacional habría sido sugerido desde sectores “del campo” por su conocimientos como ingeniero agrónomo y la experiencia acumulada al pertenecer a una familia de productores. Pero Solá, que admite ante sus íntimos y colaboradores que ya no se considera productor, se llamó a silencio y se refugió con su pareja en su chacra de General Rodríguez, en el oeste del Gran Buenos Aires. Allí, dialoga habitualmente con muchos de su vecinos, a los que podría denominarse “hombres de campo”, y con los que comparte su nuevo hobby. La mayoría son criadores de caballos para competencias de alto nivel y para exportación, nucleados en unos siete countries o clubes de polo con más de 40 canchas para la práctica de ese deporte, y donde se disputan varios torneos internacionales
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