Por estos días, el titular de la comisión de cascos blancos de la Cancillería, Gabriel Fuks, está releyendo, después de quince años, El mito del eterno retorno. Se trata de un clásico ensayo filosófico escrito en la década del ’40 por el rumano Mircea Eliade, en donde se analiza cómo los mitos y creencias antiguas repercuten e influyen en la interpretación de la actualidad. A primera vista, la elección del libro resulta cuando menos curiosa. Pero si se le pregunta, el funcionario encuentra argumentos dentro de la estricta coyuntura para explicar su opción. Es que, luego del conflicto entre el Gobierno y los productores agrarios, la división de la sociedad y la vuelta de las críticas a los populismos, hay terreno fértil como para pensar el presente desde el pasado, sus mitos y sus repeticiones.