Reunidas en el hotel Bauen, las organizaciones sociales kirchneristas encabezadas por Luis D’Elía, de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), y por el diputado Edgardo Depetri, del Frente Transversal Nacional y Popular, decidieron volver a la carga. El objetivo será esta vez Rosario, donde el 20 de junio realizarán una marcha de “desagravio” a la bandera. Será, desde ya, una respuesta a la masiva movilización que las cuatro entidades ruralistas realizaron el 25 de mayo pasado en esa ciudad. A su vez, para el 9 de julio anunciaron un acto en la Plaza de Mayo “por una nueva y definitiva independencia”. Si bien la convocatoria partió desde los movimientos, informaron que se hizo extensiva a todo el espectro oficialista. Incluso, insinuaron la posibilidad de que la gran oradora en ambos actos sea la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

Además de las dos movilizaciones, las más de treinta organizaciones reunidas resolvieron para hoy la realización de un acto en lo que fueron los basurales de José León Suárez; esos mismos donde en 1956 se fusilaron civiles por orden de la Revolución Libertadora que derrocó a Juan Perón. “Vamos a recordarle a la oligarquía sus atrocidades y su negra historia”, aseguró D’Elía.

“La marcha a Rosario la vamos a hacer en desagravio a la bandera, porque los ruralistas la mancharon al llevar sólo la insignia de su rentabilidad y beneficio”, acusó el matancero. Desde los movimientos sociales no ignoran que la convocatoria que reúnan será inevitablemente comparada con la del 25 de mayo. Es por eso que la idea es ampliarla a “la CGT, la CTA y demás movimientos sociales y partidos de la concertación”. Desde ya, el PJ de Néstor Kirchner estará invitado. La presencia o no de la primera mandataria dependerá del rumbo que vaya tomando el conflicto.

“Este es un debate de ideas y de correlación de fuerzas. Al calor de la confrontación, se planteó volver a otro modelo de acumulación: que hay que planchar la economía, que no hay que discutir salarios, que tiene que haber menos gasto público. Todo esto viene desde nichos económicos de la derecha que quieren imponer sus definiciones ideológicas y políticas. El campo no quiere que se avance en la redistribución”, graficó en conversación con PáginaI12 el diputado Depetri. “Convocamos al pueblo a que no mire el conflicto por la televisión”, agregó.

Desde el Bauen, D’Elía se había despachado contra la criminalización de su protesta que denuncian los ruralistas: “Hoy vimos en cadena nacional a quienes iban a declarar al juzgado de Carlos Villafuerte Ruzo”, ironizó en relación al dirigente Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA). “También yo fui procesado por Villafuerte Ruzo y por el fiscal Juan Murray y no fue ningún medio de comunicación a cubrirlo”, recordó. En la misma línea añadió: “Jamás la vi a Carrió, a Morales, a Stolbizer ni a Binner llegar con una línea de solidaridad”.

A pocas cuadras de allí, a la misma hora, movimientos de trabajadores desocupados como la Corriente Clasista y Combativa, el Teresa Vive y la FTV disidente realizaban una marcha a la Plaza de Mayo en defensa del campo. En los ’90, estas organizaciones eran aliadas incondicionales, pero primero el gobierno de Kirchner y luego el conflicto con el campo las posicionaron en veredas enfrentadas. “Tienen derecho a movilizarse, pero no deja de ser contradictorio que la CCC y el MST apoyen a los pools sojeros. Corresponde a una estrategia de instalarse con presencia pública y mediática, porque por detrás hay un interés partidario. Aprovechan el conflicto para posicionarse mejor, al igual que lo hacen Carrió y Macri”, dijo Depetri.

Informe: Diego González.