La relación entre el campo y los transportistas no puede pasar por un mejor momento. Los lazos que vinculaban a ambos sectores se fortalecieron en las últimas horas, luego de la corta detención de Alfredo De Angeli. Los episodios del fin de semana generaron indignación entre los productores del interior y la respuesta fue “aunar criterios” para “hacer más fuerte la protesta”. Los transportistas más vinculados con los vaivenes del sector agroexportador se hicieron ahora cargo de la logística. En algunas ciudades, aseguran que acatarán lo que decida el campo, mientras que en otras hasta participan de las asambleas. Las localidades de Gualeguaychú y Paraná son las más aguerridas. En Pergamino, en tanto, productores y transportistas decidieron endurecer desde hoy el bloqueo de rutas en el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y en varios puntos de Córdoba.

Con una treintena de cortes, Santa Fe y Entre Ríos encabezan la lista de provincias con mayor cantidad de manifestaciones. Pero desde ayer, el número de piquetes se redujo. Es que camiones y productores se unieron en un único reclamo. Hasta la semana pasada, un conductor que llegaba a un acceso cortado debía pasar el “control” de los ruralistas y, kilómetros después –incluso metros–, el de los camioneros. Ahora sólo es uno. “La idea de transportistas y autoconvocados es seguir con la protesta hasta encontrar una solución”, señaló a PáginaI12 el ruralista entrerriano Rubén Villalba. En esa misma línea se manifestó Roque Guy, de la Cámara Transportista de Entre Ríos. “En realidad la detención de De Angeli lo que hizo fue aunar más los criterios para protestar en conjunto y hacer más fuerte el reclamo”, afirmó. Desde la Secretaría de Transporte de la Nación comentaron que el “compromiso del sector era levantar el paro”, pero admitieron que todo dependerá de que se lo permitan los camioneros del interior.

Lejos de encontrarse en veredas opuestas, productores y transportistas muestran una clara simbiosis, que lleva a estos últimos a preocuparse por la pérdida de rentabilidad de quienes les dan trabajo. En alguna oportunidad, el propio De Angeli aseguraba que los camioneros eran conscientes de que si a los ruralistas les iba mal no tendrían qué transportar. Pero la ligazón entre ambos es mucho más fuerte que el simple contrato del servicio.

“No hay diferencias, es todo una gran familia”, coincidieron representantes de ambos bandos. En muchos casos, en que los camioneros no tienen mayor capital que su unidad para pedir un préstamo –situación que se agrava si los contratan en negro–, los ruralistas les dan una mano para financiarlos. “El productor ayuda mucho al transportista. Cuando necesita arreglar el camión es el productor el que le presta la plata”, explicó Guy a PáginaI12. El directivo sostuvo que el enfrentamiento entre ambos sectores de la semana pasada, con piquetes y contrapiquetes, fue una “jugada mediática impulsada por el Gobierno” con el objetivo de usarlo como “un misil contra el campo”, y que, en realidad, siempre estuvieron del “mismo lado”.

Los transportistas de Entre Ríos –una de las principales zonas sojeras– aseguran no tener participación con lo que el campo arregle con el Gobierno. “Lo que sí presionamos es para que las partes se sienten a negociar”, explicó Guy. No obstante, en los lugares con producciones regionales, los camioneros, junto con los comerciantes, participan activamente de las asambleas ruralistas. “Acá la cosa es más regional, no es sólo soja. Se comercializa madera y cítricos. Por eso, a veces vamos juntos y otras, separados”, dijo a este diario Héctor Toler, productor de Chajarí.

Bajo este esquema, los cortes de ruta siguieron ayer en, al menos, un centenar de puntos del país. “Según información de nuestras bases hay 150 piquetes”, estimó Villalba. Cada lugar tiene su particularidad, pero insisten en que el punto común es “no entorpecer” el tráfico de micros y automóviles. “Hoy (por ayer) fueron cortes parciales del transporte, el resto siguió circulando, pero el tema cambia de a ratos”, informó Toler. En la rotonda de Chajarí, el corte se lleva en forma conjunta desde el comienzo del lockout agrario. El intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, relató que la situación parece descomprimirse en otros puntos. “Vengo de la ruta y está bastante tranquila. En la comuna, no ha hecho epicentro después de lo que pasó con De Angeli, pero sí más enfocados en Paraná y Gualeguaychú”, explicó Fuertes.

Ayer, la Cámara de Diputados de Entre Ríos sesionó “en conferencia” y recibió a nueve productores, cinco de los autoconvocados y cuatro de la Mesa de Enlace. “En esa sesión especial se aprobó un proyecto de declaración para que se remueva la Resolución 125 (de retenciones móviles), se inste al diálogo y se repudie la represión del fin de semana”, comunicó a este diario Alfredo Bell, de la Federación Agraria de Entre Ríos.

En Gualeguaychú, la Gendarmería se retiró de los lugares donde hay cortes. Los transportistas seguían reteniendo camiones de carga, aunque dejaban pasar camiones que llevaban alimentos perecederos y combustibles, y para hoy, a las 9, se espera una asamblea para decidir si se endurece la protesta. Por lo pronto, en la tarde de ayer hubo denuncias de incidentes, que los ruralistas vincularon con el accionar de “infiltrados”. “Nos alejamos del kilómetro 52 porque le tiraron con un termo al conductor de un Peugeot 206, y nosotros queremos soluciones en paz”, aseguró Villalba. Según dijo, el incidente respondió a un “infiltrado” y el traslado de la protesta es para evitar que alguno de sus compañeros sea agredido.