“En PRO no hay muchas novedades, salvo que Macri se lanza a presidente.” El contertulio del jefe Mauricio Macri espera un momento para ver el efecto que causa la noticia y ríe. “En 2011 va a haber muchos candidatos a presidente, pero un solo presidente: Macri”, suelta a continuación.

Luego traza el plan de campaña: afianzar el armado territorial del PRO –sólido en Capital, pero bastante flojo en el interior–, incrementar los bloques legislativos en 2009, sumar peronistas bonaerenses que se abran del esquema del Gobierno e ir incorporando paulatinamente al líder de PRO a la agenda nacional, sin que abandone su perfil de gestión en la ciudad ni anuncie –por el momento– ninguna candidatura.

La cúpula del macrismo se reunió en una de las oficinas porteñas para proyectar la “consolidación del armado propio”. Allí estuvieron el jefe de bloque en Diputados, Federico Pinedo; el dirigente bonaerense de PRO Jorge Macri; el líder de Recrear, Esteban Bullrich; el ex SIDE Juan José Alvarez, que es el principal operador del empresario Francisco De Narváez; el ministro de Economía porteño, Néstor Grindetti, y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Tras analizar el desgaste del oficialismo con la derrota en el Senado, el cónclave definió los pasos a seguir para el armado nacional “siempre pensando en Macri presidente en 2011”. Un traje que el jefe de Gobierno ya empezó a probarse.

Casualidad o no, el Jefe se refirió ayer a la derrota del Gobierno en el Senado. A diferencia de Carrió, que habló de un “crecimiento colosal de la oposición”, Macri dijo que “el primer éxito ha sido de un sector importantísimo de la ciudadanía argentina”. Durante el conflicto, Macri les dio su apoyo a las entidades rurales y hasta se privó de criticar los cortes de rutas, pero no se sumó ni a las marchas ni a los festejos de los empresarios del campo. De todas formas, ayer advirtió que hay que “reconocer el enorme mérito que hemos tenido en la oposición de trabajar unificadamente, tanto en Diputados como en el Senado”. El paso de Macri a hablar de temas nacionales –de los que se había autoexcluido cuando empezó su gestión en la Ciudad– indica que los tiempos se aceleraron.

“La idea central es trabajar por la candidatura presidencial de Macri, fortaleciendo al PRO”, consideró uno de los contertulios, que participará en las reuniones que se harán, de ahora en más, todos los martes. No todos en la mesa PRO, sin embargo, están de acuerdo con anunciar la candidatura de Macri: “Si alguien habló de una candidatura de Mauricio es un irresponsable. No es momento de candidaturas”, sostuvo Jorge Macri.

“Tenemos poco tiempo para organizar el partido y hacer una elección decente en 2009 y una elección competitiva en 2011”, explicó Pinedo a PáginaI12. “Definimos el trabajo que se hará en el interior del país, donde se van a organizar mesas del PRO en cada distrito, empezando por los más importantes”, amplió Bullrich.

Con la idea de llegar a 2011 (previa escala en el 2009) con un partido nacional, los dirigentes de PRO se repartieron el país y empezarán a viajar a Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos. En cada región, los macristas crearán mesas de conducción propias y retomarán el diálogo con los posibles aliados: tienen un principio de acuerdo con los partidos provinciales; no así con el peronismo disidente y el radicalismo.

La “prioridad número uno” es consolidar el armado en la Capital Federal y, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, un bastión que el kirchnerismo mantuvo hasta ahora. Allí buscarán afianzar el armado territorial y De Narváez seguirá con su estrategia de sumar dirigentes peronistas que se abran del oficialismo. La misma estrategia que incentiva, cada vez con menos bajo perfil, el ex presidente Eduardo Duhalde.