Con la visita del ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti, el ex presidente Eduardo Duhalde terminó ayer el primer ciclo de conferencias con que buscó mostrar un frente peronista opositor al kirchnerismo, dispuesto a pelear la conducción del PJ y presentarse en las próximas elecciones legislativas. Duhalde celebró la derrota del proyecto oficial en el Senado, llamó a mantener “el clima de distensión” y a convertirlo en un “clima de unidad nacional”. El ex mandatario le pidió a la Presidenta que “entienda bien lo que pasó”, ya que “los argentinos no necesitamos más enfrentamientos”. Busti elogió “al piloto de tormenta” que lo había convocado y aseguró que “el Parlamento se tiene que llenar de dirigentes agropecuarios”.

En la última “clase” del ciclo del Movimiento Productivo Argentino no faltaron cuestionamientos a la conducción del PJ y del Ejecutivo. “Ahora podemos estar en la misma encrucijada de la convertibilidad”, afirmó Busti y agregó que “hoy el peligro es enamorarse de las herramientas que sirvieron para el crecimiento y por eso es necesario un replanteo en el marco de un consenso”.

Las palabras de Busti dejaron en claro que los opositores al kirchnerismo están dispuestos a presentar batalla dentro del PJ. “El peronismo es nuestra pertenencia y nadie nos puede sacar de ella”, dijo. Lo mismo hizo José Manuel de la Sota el martes pasado, cuando reclamó un espacio para los que “no piensan igual”. “El que opina diferente en el peronismo no es un enemigo, porque puede haber visiones diferentes, no es una herejía ni un estalinismo”, lanzó Busti.

En un pequeño salón colmado, Duhalde y Busti sintieron el calor de los suyos. Sus esposas, la senadora Hilda “Chiche” González y la diputada Cristina Cremer, se sentaron en la primera fila, acompañadas de legisladores de Entre Ríos, Martín “Pato” Galmarini, Daniel “Chicho” Basile y el mítico menemista Tula. Por aquella sala ya habían pasado los más importantes referentes del espacio que intenta desbaratar la conducción de Néstor Kirchner: el ex gobernador de Córdoba De la Sota, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá, el ex embajador Octavio Bordón. Aunque no participó de las clases, se descarta el apoyo del gobernador cordobés, Juan Schiaretti, y están en tratativas para seducir al mandatario chubutense Mario Das Neves.

Consultado por los rumores de cambios entre los ministros del Gobierno, Busti evitó hacer comentarios, pero reclamó un “ministerio de la producción” y recordó la ausencia del secretario de Agricultura en las reuniones con las entidades agropecuarias. “No puede ser que tengamos un secretario de Agricultura y Ganadería que esté pintado”, aseveró. El ex gobernador también apuntó contra su posible reemplazante, el presidente del INTA, Carlos Cheppi, porque “más que un técnico es necesario un hombre con una gran experiencia política”.

El dirigente entrerriano recordó la carta que le acercó a Kirchner el 2 de abril pasado con la intención de ayudar a solucionar el conflicto. En ella le proponía armar la “mesa federal agropecuaria” en cada una de las provincias, disminuir los aranceles de plaguicidas y fertilizantes por su aumento en dólares y, para evitar la sojización, subsidiar el maíz y el sorgo. “Esa es la única manera de hacerlo”, sentenció. Además, el Gobierno debía sacar las retenciones a las economías regionales de mano de obra intensiva como la citricultura, apicultura y el arroz en el caso de Entre Ríos. Entre el 5 y el 10 por ciento. “Estas retenciones –completó– le hacen perder competitividad al productor y no logran ningún efecto fiscal.”

En su discurso hizo un llamado a la participación política de los productores “autoconvocados” y criticó cuando el ex presidente del PJ habló de “desestabilizadores” y “golpistas”. “Los chacareros representan la burguesía nacional”, afirmó.

Durante un tramo importante de su exposición, Busti criticó algunas medidas de los ’90, sin mencionarlos. “Cada vez hay menos federalismo en el país y cada vez hay más responsabilidades para las provincias. Los servicios esenciales del Estado como la salud, la educación, la seguridad y la justicia están en manos de las provincias”, explicó. Con ese argumento, reclamó que el Ejecutivo destine más fondos a las provincias en coparticipación. Según relató, en 2007 entraron recursos a la Nación por 223 mil millones de pesos y lo que quedó para coparticipar fueron 50 mil millones de pesos. Es decir, el 77,35 por ciento fue para la Nación, y el 22,65 para las provincias. En el caso de Entre Ríos recibió el 1,17, 2612 pesos. “Esa –concluyó Busti– es la realidad en la que ha caído el federalismo.”