La relación entre kirchneristas y cobistas no mejora. Más bien tiende a empeorar. Uno de los dirigentes más cercanos al vicepresidente Julio César Cleto Cobos, Alfredo Cornejo, señaló que “la Argentina quiere presidentes como Lula, que trae 300 empresarios, que es un progresismo inteligente, serio, institucional y me parece que la Argentina tiene que ir hacia esos modelos”. Desde el oficialismo, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, señaló que “la Concertación es mucho más que individualidades” y destacó que “la actitud del vicepresidente Cobos no va a afectar el crecimiento del país”.

“Cobos es un político distinto y los políticos distintos no están pensando en qué cargos ocuparán la próxima vez”, aseguró Cornejo.

El dirigente cobista advirtió que “lo que sí quiere Cobos es tener un protagonismo nacional, pero porque creemos que nos lo hemos ganado los radicales que lo acompañamos”. “Estamos representando a un conjunto de argentinos que quiere diálogo, consenso, que la Argentina aproveche las oportunidades que le brinda el sistema económico internacional”, señaló, en una crítica no muy velada al Gobierno.

“Cobos sostuvo una posición diferente en el Senado que respetamos, pero que no compartimos”, aclaró Randazzo, quien acotó que “lo que produjo la decisión de Cobos fue que los pequeños productores del país paguen más de retenciones que lo que el gobierno pensaba y que unos 2000 grandes productores paguen el 35 por ciento de retenciones en vez del 45 por ciento”. “Cuatro mil millones de pesos que iba a tener el Estado para aplicar en políticas de redistribución social se los terminaron apropiando dos mil grandes productores”, estimó.