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Argentina se convirtió este año en el país latinoamericano con mayor grado de descontento popular con el desempeño de la democracia, según lo reveló una investigación realizada en toda América latina. Sin embargo, el estudio también mostró que Argentina es el cuarto país de la región que mayor apoyo tiene el sistema democrático, de lo que se concluyó que los argentinos diferencian muy bien al sistema de la forma en cómo funciona.
La investigación fue llevada a cabo por la consultora Latinobarómetro en 17 países de América latina entre abril y mayo de 2002. La encuesta consiste en la aplicación de un mismo cuestionario a 18.526 personas seleccionadas a lo largo de todo el territorio, desde el norte de México hasta el punto más austral del continente. Los resultados muestran que en relación a la eficacia de la democracia, mientras el país más satisfecho es Costa Rica con un 75 por ciento, los menos contentos son Argentina con sólo un 8 y Paraguay con 7. Los argentinos son también quienes muestran el mayor grado de desaprobación y desconfianza a los gobiernos, los partidos políticos, el Parlamento, la Justicia, los bancos y las empresas privadas. Estos indicadores de descontento popular alcanzaron niveles sin precedentes en Argentina “lo que refleja una gran crisis en la sociedad” concluyó la directora de la investigación Marta Lagos. La investigación también revela que los argentinos son los más pesimistas de la región en materia económica y quienes más culpan al FMI.
Al analizar las percepciones en materia económica, el 95 por ciento de los argentinos sostiene que su situación económica es “mala o muy mala” cuando el promedio de la región es del 56 por ciento. Y, puestos a contestar sobre las culpas de la crisis, el 94 por ciento de los argentinos responsabilizó al Fondo Monetario, una respuesta que abarcó al 15 por ciento en promedio de los latinoamericanos. Marta Lagos señaló que este resultado es significativo ya que la gran mayoría de la población latinoamericana desconoce o no tiene interés en el papel del FMI en la economía mundial. La investigadora señaló que los argentinos “tienen un alto grado de conocimiento” de las cuestiones económicas y de la influencia del organismo financiero en esa materia.
Los datos obtenidos revelaron que el 78 por ciento de los argentinos desaprueba al gobierno y un 88 desconfía de los dirigentes, cuando el promedio de la región es del 55 y el 65 por ciento, respectivamente. El 95 por ciento desconfía de los partidos políticos frente al promedio del 82 del resto de los latinoamericanos, el 90 por ciento desconfía del parlamento y de la justicia, cifras que superan en 18 y 19 puntos al promedio de la región. En cuanto a los bancos y las empresas, la desconfianza abarca al 92 y el 80 por ciento, respectivamente, de la población argentina cuando en el resto de la región esos indicadores llegan al 62 y 63 por ciento, en cada caso. Sin embargo, a pesar de la crisis, el informe destaca que el 54 por ciento de los argentinos cree que “no puede haber democracia sin partidos políticos”, dos puntos más que el resto de la región.
La investigación también muestra que el apoyo a la democracia aumenta con los cambios de gobierno por la expectativa que generan, como en Venezuela y Perú. A su vez, señala que en países en crisis como Argentina, si bien la opinión pública castiga a los gobiernos, distingue el sistema democrático. El estudio asegura que los latinoamericanos ya no creen en que los militares puedan llevarlos al desarrollo pero tampoco las revoluciones de izquierda, es una región que ha reafirmado su condición de centro en los últimos cinco años. La política institucionalizada a través de los partidos ha perdido credibilidad y la gente está saliendo a la calle para decir lo que piensa, porque los partidos interpretan cada día menos.