Sábado, 1 de noviembre de 2008 | Hoy
EL PAíS › RODRíGUEZ ZAPATERO ANALIZó EL VíNCULO BILATERAL LUEGO DE LA REUNIóN CON CRISTINA KIRCHNER
El jefe de gobierno español sostuvo que los problemas que se han planteado en los últimos tiempos “tienen solución, también en el caso de Aerolíneas”. Dijo que basaba su confianza en que siempre hubo diálogo entre los gobiernos.
Por Martín Piqué
Desde San Salvador
Luego de que la presidenta Cristina Kirchner regresara en forma anticipada a Buenos Aires –llegó ayer a las 7–, las inversiones españolas en la Argentina volvieron a ocupar espacio en la agenda de la cumbre. Cuando el encuentro de presidentes ya había terminado, el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ofreció una conferencia de prensa para hacer un balance. Entonces le preguntaron por la promesa que le había hecho CFK en la bilateral del jueves, garantizando la seguridad de las inversiones españolas en el país. Imperturbable y con una sonrisa en los labios, Zapatero expresó su confianza en el diálogo entre ambos gobiernos, pero al mismo tiempo dejó clara su preocupación por la situación de Aerolíneas Argentinas. “La mayoría de las cuestiones a debatir y que se han planteado tienen solución y se arreglan con el interés de ambas partes. Yo confío que así sea también en el caso Aerolíneas”, aseguró.
Aunque Lula y Cristina Kirchner ya se habían ido, Zapatero decidió permanecer en San Salvador hasta el final del encuentro. Como las cumbres iberoamericanas son, esencialmente, una iniciativa de España para tender puentes hacia América latina, no podía ausentarse en el cierre. Tras la clausura llegó el tiempo de hablar con la prensa. Fue entonces cuando analizó el vínculo con Buenos Aires. “España tiene una inversión empresarial muy importante en la Argentina. La inversión ha atravesado momentos muy difíciles de la vida económica argentina y momentos mejores en que ha habido una rentabilidad de la inversión empresarial. En los momentos difíciles y en los momentos menos difíciles siempre ha habido un diálogo abierto y positivo entre el gobierno de España y el de la Argentina sobre los temas empresariales”, señaló.
Le habían preguntado si esperaba una solución definitiva al diferendo sobre Aerolíneas antes del viaje de la Presidenta a España: una visita de estado pautada para el 9, 10 y 11 de febrero. En la agenda que se maneja en la embajada en Madrid, los dos primeros días CFK los pasará en la capital española y el tercero podría dedicarlo a visitar el puerto de Cádiz, de donde salían los barcos para el Nuevo Mundo. Otra opción que se está evaluando es que la mandataria vaya a Barcelona. “Es de una importante contundencia en materia de inversión”, argumentó a PáginaI12 uno de los organizadores del viaje presidencial. En su respuesta, Zapatero no quiso dejar dudas sobre la confianza que mantiene con su par argentina. “Si la pregunta es si confío en la relación y en el trabajo conjunto con el gobierno de Argentina, la respuesta es sí. Breve y clara”, zanjó.
La elegante diplomacia de Zapatero no disimuló el mensaje sobre la empresa que supo controlar el grupo Marsans. La inquietud del jefe del gobierno español es que los medios de comunicación de su país, en sintonía con la oposición del Partido Popular, lo acusen de no defender los intereses de las empresas ibéricas justo en un momento en que la crisis económica de España ya es indisimulable. Con el desempleo (“el paro”, según los españoles) rondando el 11 por ciento y pronósticos de recesión en lo inmediato, el futuro de la economía depende en buena medida de que el Estado y las entidades empresarias coordinen un programa que aliente el consumo y la inversión. Uno de los propietarios de Marsans es Gerardo Díaz Ferrán, el presidente de la poderosa Confederación de Organizaciones Empresariales (COE) de España. “No se olvide de que la COE representa al 40 por ciento del PBI español”, recordó ayer a PáginaI12 uno de los funcionarios argentinos que más dialoga con los españoles.
El funcionario formó parte de la comitiva que acompañó a la Presidenta. Su visión del diferendo sobre Aerolíneas es que ambas partes deberán encontrar un punto de acuerdo en la valuación de la empresa. Sin embargo, las cifras de las mediciones sobre el valor de Aerolíneas difieren por unos cuantos cientos de millones de dólares. Las valuaciones hechas en la Argentina consideran que tiene un valor negativo de alrededor de 600 millones de dólares. Para los españoles, que se basan en un estudio de una consultora suiza, el precio de Aerolíneas sería positivo y rondaría entre los 250 y los 400 millones de dólares. “Tenemos que encontrar una solución razonable, jurídica, que no genere un conflicto en la relación bilateral extraordinaria”, exhortó el funcionario.
Una alternativa para salir del conflicto sería encontrar un monto intermedio. Así se evitaría una eventual demanda ante el Ciadi por el grupo Marsans. La propuesta del funcionario que habló con PáginaI12, hecha a tono personal, es que el Gobierno le pague a Marsans 100 millones de dólares como virtual indemnización por el pase al Estado de la compañía.
Si se descomprime la situación por Aerolíneas, la relación con España quedaría absolutamente normalizada. Sucede que el proyecto del pase al Estado de los fondos de las AFJP no había generado irritación en el gobierno español, aunque sí incertidumbre. En España llegaron a circular rumores sobre una probable estatización de Repsol y Gas Natural Ban, que hicieron caer sus cotizaciones en la Bolsa. Ante Zapatero, CFK se encargó de explicar las razones del proyecto y reconoció fallas en la comunicación.
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