El titular de la UCR, Gerardo Morales, visitó ayer a Raúl Alfonsín en su casa con el objetivo de lograr su adhesión al incipiente acuerdo electoral entre ese partido y la Coalición Cívica. Morales concurrió al departamento de Barrio Norte para “aclarar algunos puntos”, luego de la inesperada respuesta epistolar del ex presidente a la flamante alianza opositora. El caudillo radical y el senador jujeño dieron a conocer un nuevo documento que ratifica la intención de formar un frente alternativo con miras a la elección legislativa del próximo año, que integre a los principales partidos opositores, a excepción del macrismo y el peronismo disidente. A lo largo de una hora, ambos hablaron de la normalización del radicalismo, del retorno de Cobos y de las avanzadas negociaciones con el Partido Socialista y la CC. “La reunión estuvo llena de coincidencias”, aseguró Morales, con una mueca de satisfacción.

El último miércoles, al día siguiente de la visita de Elisa Carrió al Comité Nacional de la UCR, Alfonsín sorprendió a propios y ajenos al emitir un documento en el que marcaba que sus últimas exposiciones habían sido “mal interpretadas”. En el texto, Alfonsín aclaraba que sus dichos a favor “del diálogo entre la oposición” no implicaban “la realización de frentes electorales que a veces nada tienen que ver con las respectivas posiciones ideológicas de los partidos”.

La anunciada alianza con la Coalición Cívica desató la interna radical siempre latente. Los bonaerenses Leopoldo Moreau y Federico Storani mantienen hace años un tenaz enfrentamiento con Carrió y, sobre todo, con Margarita Stolbizer, quien consolidó su posicionamiento en la provincia de Buenas Aires mientras estuvo en la UCR. Desde ambas fuerzas acusaron a Mo- reau y Storani de ser los principales gestores del pronunciamiento de Alfonsín contra el acuerdo. “De los perversos que lo rodean (al ex presidente) mejor no hablamos”, dijo Morales. Sus allegados contaron a PáginaI12 que la reunión fue “muy cordial” y aseguraron que “más allá de las interpretaciones divergentes respecto de la carta del otro día, para Gerardo la nota de Alfonsín no expresaba ningún desacuerdo con la alianza que se está empezando a construir”. Aseguraron, además, que el ex compañero de fórmula presidencial de Roberto Lavagna “tenía decidido visitar a Alfonsín antes de que el texto se hiciera público”.

El alboroto que produjo la presencia del titular del radicalismo alteró la calma acostumbrada de cualquier mediodía de sábado en Santa Fe al 1600. La mayoría de los transeúntes eran turistas y señoras a las que nada parecía distraer de su afición por las vidrieras plagadas de ropa. Desde la vereda lindante con el edificio donde vive el ex presidente, Morales resaltó que entre ellos “no hay diferencias” y comentó: “Estamos trabajando en normalizar el partido en todos los distritos. Vamos a tener diálogos con Julio Cobos y con todos los radicales que quieran volver”.

En referencia a la relación de Alfonsín con Carrió, Morales resaltó que “tiene un muy buen concepto de ella, no hay ningún problema, hay que hacer un gran esfuerzo para reconstruir el sujeto político y dejar de lado las diferencias”. Horas después, el dirigente radical tomó un avión con destino a México, donde participará de un encuentro de la Internacional Socialista en Nuevo Vallarta.

El nuevo documento no rectifica explícitamente ningún concepto de la carta que manifestó Alfonsín cuatro días atrás. Según se señala en el mismo, se trata de “una ratificación de la línea resuelta por el partido en el encuentro de Mina Clavero”. El texto que Morales contó que redactó junto con Alfonsín contiene algún fragmento ilustrativo respecto de la estrategia imperante en el partido. “El diálogo ha sido siempre una bandera de la UCR y a veces las coincidencias de las fuerzas opositoras abarcan universos que permiten pensar en el lanzamiento de frentes electorales sobre todo si se vislumbra el peligro de rupturas institucionales”, afirma en un párrafo, como un eco de la línea que baja desde la cúpula radical.

Informe: Tomás Forster.