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“¿Esto es Margarita Belén?”, preguntó una de las cuatro nenas que correteaban en torno de las esculturas de los militantes que fueron fusilados allí hace 32 años: unos aparecen cayendo, otros hacen la V de la victoria, todos llevan cadenas. Los padres de las nenas, mientras tanto, leían los carteles que relatan quiénes fueron los presos políticos y detenidos-desaparecidos asesinados el 13 de diciembre de 1976. Para este aniversario, los desconocidos de siempre dejaron un mensaje grabado con un cuchillo sobre ese cartel: “Terroristas”.

En 2000 también atacaron ese monumento: fue el 5 de octubre –una fecha preferida por Cecilia Pando, porque es el aniversario del copamiento de Regimiento de Monte de Formosa–, cuando rompieron las esculturas y le escribieron encima al monumento: “Bien muertos están”.

“Acá fue donde se encontraron los cuerpos de los compañeros. Los militares estaban tan cebados que hicieron un asado en el lugar, mientras por la radio decían que el convoy militar había sido atacado por Montoneros”, relata Jorge Giles, un ex preso político que estaba en la cárcel de Resistencia cuando sacaron a los detenidos. “El asado puede haber sido porque era el cumpleaños del represor Alcides Thomas”, cuenta Emilio Goya, presidente de la comisión de la Memoria de Chaco. Este año recuperó a su hermano, apropiado durante la dictadura, luego de buscarlo por dos continentes. Giles se toma un momento para ver a sus amigos de Corrientes y a sus compañeros de pabellón. Comenta, al pasar, que la foto familiar de uno le resulta extraña. “Nunca lo vi con ese moño”, sonríe. La foto de Néstor Sala fue desgarrada.

A la conmemoración de la masacre de Margarita Belén se sumó el segundo aniversario de la recuperación de la Brigada de Investigaciones como Casa de la Memoria de Chaco. Por eso, el jueves H.I.J.O.S. organizó un recital en el que tocaron Kapanga y Todos Tus Muertos. El viernes se firmaron convenios entre la Comisión Provincial de la Memoria, la Conadi y Abuelas de Plaza de Mayo en los que se pautó la colaboración provincial en la investigación de delitos de lesa humanidad. “La gran deuda con la democracia es el esclarecimiento de estos crímenes”, dijo el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, que participó del acto junto al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Ayer, la conmemoración culminó con la vigilia que se hace todos los años por la masacre y el acto central, que se hizo en el paraje donde fueron asesinados.