La celebración de los 25 años de democracia se convirtió en el pretexto perfecto para reunir a gran parte del arco político. Ayer, los máximos referentes de la UCR, el socialismo y la Coalición Cívica volvieron a mostrarse juntos, a un mes de anunciar el “inicio del diálogo” con vistas a las legislativas del 2009. En el tradicional restaurante radical Lalín, Gerardo Morales, Elisa Carrió y Rubén Giustiniani –quien se sumó más tarde– celebraron el aniversario del fin de la dictadura militar y buscaron reforzar la idea de que conforman “una alternativa de gobierno” al kirchnerismo. Como de costumbre, los amalgamó el enemigo común: el matrimonio presidencial. “Hoy se comprobó que son una banda de ladrones, primero les robaron a los jubilados y ahora les regalan 200 pesos, es casi como una coima, una vergüenza nacional”, lanzó Carrió antes de entrar al salón. Para la líder de la CC, “van a perder por paliza” en las próximas elecciones.

Fue una cena desprolija, que mezcló a radicales de distintas líneas internas y externas –en la Coalición Cívica–. En un gesto de caballerosidad, el titular de la UCR pasó a buscar en su auto a su par de la CC. Así, Carrió y Morales entraron juntos hasta la mesa central donde los esperaba un heterogéneo grupo de radicales: el bonaerense Ricardo Alfonsín, el ex ministro de Defensa de los gobiernos de Alfonsín, De la Rúa y Duhalde, Horacio Jaunarena, y el ex ministro de Trabajo Juan Manuel Casella. Al lado de Morales se ubicó el titular del Comité bonaerense, Daniel Salvador, y quedó reservada una silla para Giustiniani, el único referente del socialismo que participó del encuentro. Llegó horas más tarde porque asistió a un programa de cable, casi como una metáfora de la distancia que existe entre el PS y los otros dos partidos.

La mesa principal la completó con el organizador del encuentro, un dirigente radical –según los propios correligionarios– “de la vieja guardia”. José Bielicki, que conduce el Grupo Progreso, formado hace unos 20 años e integrado en su momento por el ex gobernador bonaerense Alejandro Armendáriz, la vice Elba Roulet, los ex legisladores Adolfo Gass, Antonio Nápoli y algunos ex funcionarios alfonsinistas. Bielicki, dirigente de Morón, recordó que conoce de chiquita a Margarita Stolbizer, cuando él militaba con su padre en la provincia de Buenos Aires. Carrió, en cambio, no había empezado todavía a hacer carrera política cuando Bielicki hacía campaña en el Chaco.

Muchos radicales aprovecharon para saludar a la líder de la Coalición, mientras el legislador Enrique Olivera, encargado de tender los puentes con la UCR, se abría paso entre sus ex compañeros de ruta. Por esa fuerza estaban, además, los diputados Adrián Pérez, Fernanda Reyes, Susana García, Elisa Carca; el senador Samuel Cabanchik y el legislador porteño Facundo Di Filippo.

El ex presidente Raúl Alfonsín también fue invitado, pero debió excusarse por su delicado estado de salud, al igual que en muchos de los homenajes que le brindaron en el último tiempo. Sorprendió ver entre tantos militantes a dos extrapartidarios como Daniel Muchnik y el escritor Marcos Aguinis.

“Mucho ruido para las mismas nueces”, respondió Morales cuando Carrió le cedió la palabra porque la consultaban sobre un tema parlamentario. Ambos coincidieron en que los anuncios de la Presidenta realizados ayer “son las mismas cosas que están en el presupuesto”. “Parece que la política del reciclaje de proyectos que no se cumplen pero que se anuncian y se anuncian sin parar es el ejercicio que más le gusta a Cristina”, señaló el senador jujeño.

No hubo ningún comentario sobre los avances en el diálogo entre los partidos porque, tal como publicó Página/12 en su edición de ayer, las negociaciones están estancadas. Hasta el momento, la dirigente con más movimiento político por estos días es Stolbizer, que ayer se perdió la cena. Otro síntoma de que la madurez del acuerdo está todavía muy lejos será la conferencia de prensa que realizarán hoy los bloques de la Coalición Cívica y el PRO junto al liderado por Felipe Solá y el socialismo pero sin la UCR. Anunciarán una presentación judicial por la polémica aprobación del proyecto de repatriación de capitales.