Un año después de haber sufrido una dura derrota electoral en su propio pueblo, Anillaco, y justo cuando su nombre volvió al primer plano por haber cobrado presuntamente sobornos pagados por la empresa Siemens (ver páginas 12 y 13), el ex presidente Carlos Saúl Menem puso en venta La Rosadita, el célebre caserón que construyó durante su segundo mandato, una propiedad que nunca podrá quitarse de encima la mochila de arena de su primer huésped. El chalet de 300 metros cuadrados, todo un símbolo de la ostentación del menemato junto con la exclusiva pista de aterrizaje, se ofrece por un valor cercano a los 800 mil dólares.

La puesta en venta habría sido acordada en una reunión mantenida entre el actual senador nacional, su ex esposa Zulema Yoma y la hija de ambos, Zulemita, quien figuraría como única titular del inmueble, según trascendió ayer. En la actualidad, Menem reside en una cabaña de cristal ubicada en el Golf Club de La Rioja, que abandona esporádicamente para dar señales de vida en el Senado.

La venta del chalet está a cargo de la inmobiliaria Díaz Brizuela de la capital riojana. Una fuente ligada a la inmobiliaria explicó al diario cordobés La Voz del Interior que la casa está “impecable” y “es una belleza”. Con la objetividad que caracteriza a los agentes inmobiliarios, destacó que “es un lugar de turismo, algo así como un museo, como el Palacio Ferreyra en Córdoba, salvando las diferencias”. “Así como toda la gente que va a Córdoba quiere conocer el Palacio Ferreyra, la gente que viene a La Rioja quiere ir a Anillaco para conocer La Rosadita”, aventuró.

La Rosadita fue inaugurada en 1997 con una fiesta descomunal para el pueblo de 800 habitantes. La mayor parte de los invitados por el riojano se alojaron entonces en la Hostería Los Amigos, otro emblema de los ’90 que también estaría en venta. El ex presidente nunca fue a vivir a la mansión que diseñó el arquitecto Alberto Rossi, en la que alguna vez soñó en instalarse cuando concluyera su carrera política. Si bien Menem incluyó la residencia en una declaración jurada de 1997, luego se supo que la había puesto a nombre de su hija.

En 2001, el septuagenario dirigente se propuso concretar en La Rosadita su casamiento con Cecilia Bolocco, la animadora chilena con quien pasaba allí los fines de semana. Pero la resistencia de su hija Zulemita, dueña en los papeles, frustró el intentó y lo obligó a realizar la boda en la capital riojana. Más tarde Zulemita se instaló en Anillaco y le prohibió alojar a la ex Miss Mundo en la exclusiva residencia.

Un mes después de la ceremonia, el juez federal riojano Enrique Chumbita inspeccionó la casa con medio centenar de agentes de Gendarmería, a partir de una supuesta denuncia según la cual la hija de Menem pretendía llevarse la colección de armas de su hermano Junior. “Esta es una propiedad mía, de mi papá, de mi mamá y de mi hermano que no está vivo”, aclaró entonces Zulemita. El magistrado selló una de las habitaciones de la mansión, donde quedaron a resguardo varias armas –incluida una pistola que le regaló el traficante de armas Monzer Al Kassar–, hasta que se determinara si eran de guerra o de colección.

En mayo de 2003, cuando anunció su decisión de no presentarse a una segunda vuelta de la elección presidencial que pintaba para una derrota por paliza, Menem aún tenía el ingreso prohibido. Cuando visitaba La Rioja se alojaba en la casa de su amigo Carlos Spadone o bien en la residencia oficial del gobernador Angel Maza. Recién cuando se separó de Bolocco, tras tres años sin diálogo con su hija, pudo volver a pisar La Rosadita.

En agosto de 2007 apenas 108 pobladores de Anillaco votaron a Menem, que pretendía volver a gobernar La Rioja como en los ‘70. El dirigente terminó tercero, detrás de Ricardo Quintela, del Frente para la Victoria, con 502 votos, y del actual gobernador Luis Beder Herrera, con 257. En el pueblo donde también tienen casas el ex titular del PAMI Víctor Alderete, el empresario Carlos Spadone y el ex ministro Raúl Granillo Ocampo, las ex bodegas Menem se llaman ahora San Huberto y apenas un jardín de infantes lleva el nombre de Junior, el hijo fallecido del ex presidente.