Alberto Fernández volvió ayer a diferenciarse del Gobierno. Aunque moderado en sus críticas y con la aclaración de que sigue sintiéndose “parte de ese proyecto”, el ex jefe de Gabinete dijo que “sería tristísimo” que la salida de Claudio Moroni de la AFIP sea una venganza hacia él y le cuestionó a Cristina Kirchner que apenas desatada la crisis financiera internacional haya dicho que Argentina no necesitaba un plan alternativo. “Del gobierno que dijo que el Plan B lo necesitaba Bush a este gobierno, me quedo con este gobierno”, apuntó. Fernández también dejó en claro que si Jorge Telerman encabeza la lista del kirchnerismo porteño, votaría a otro candidato.

“No siento que se están vengando conmigo”, señaló Fernández acerca del reemplazo de Moroni en la AFIP y contó que “por lo que sé, Claudio tenía ganas de irse. Lo tomo de un modo menos tremendo”. Agregó, de todos modos, que “si alguien siente que por mis críticas, por mis cuestionamientos o por mis observaciones, que las hago desde el mejor lugar, merezco ser sancionado o vengado, me parece un error garrafal. Yo no creo que haya una actitud vengativa. Si fuera así, sería tristísimo”.

Con respecto a sus cuestionamientos al Gobierno, Fernández afirmó en declaraciones radiales: “Simplemente digo lo que creo que le hace bien al proyecto que alguna vez iniciamos con (Néstor) Kirchner y que, me parece, en algún momento por diferentes causas tambaleó y de algún modo también hizo que la gente nos mirara con recelo.”

“Yo sigo insistiendo que el proyecto debe volver a ser lo que fue y en ese caso me parece que habría fallado”, insistió el ex jefe de Gabinete ante la consulta de si votaría a Telerman en caso de que –como analiza el propio Kirchner– el ex jefe de gobierno porteño fuese el candidato K en la Capital Federal en 2009.

De su actual relación con la familia Kirchner contó que “con Néstor hablo de tanto en tanto. Hace unos días nos cruzamos llamadas para Navidad. He hablado algunas veces con Máximo, el hijo de Néstor. Eso es todo”, contó de su actual relación con la familia Kirchner. Aseguró, además, que no extraña estar en el Gobierno ni se arrepiente de haber renunciado porque “creo haber hecho lo que debía hacer”.

Fernández elogió algunas medidas del Gobierno, como la eliminación de la tablita de Machinea. “A mí me parece que la eliminación de la tablita es correcta. Lo que nos pasó con Kirchner es que cada vez que dábamos un aumento, teníamos que ir corriendo detrás para cambiar los topes para que el aumento no se lo coma (el impuesto a las) Ganancias”, recordó el ex jefe de Gabinete. También habló de las medidas para enfrentar la crisis y remarcó que “se entró en una vorágine de atender el problema, y con toda razón, porque el problema es muy agudo”. En ese punto, no dejó de señalar que “inicialmente hubo una enorme dificultad para entender la gravedad de la crisis”.

Como en respuestas anteriores, al profundizar el asunto de las medidas anunciadas para enfrentar la crisis financiera, descargó una de cal y una de arena. Fue entonces que afirmó que al “Gobierno lo veo activo y reaccionando frente un problema grande. Del gobierno que dijo que el Plan B lo necesitaba Bush a este gobierno, me quedo con este gobierno. Es un gobierno que definitivamente ve que la crisis existe, que el problema existe, y que hay que atenderlo”.

El funcionario evitó hacer referencia a posibles cambios de gabinete. “Sobre eso no opino –se excusó–. Eso es responsabilidad de la Presidenta, y la gente y la historia dirán si estuvo acertada o no.”