En su vuelta a la actividad oficial luego de guardar reposo para recuperarse de la lipotimia que sufrió el jueves pasado, la presidenta Cristina Kirchner manifestó la decisión de su gobierno de “defender las fuentes de trabajo” y “no aceptar” los argumentos de la empresa Siderar, miembro del Grupo Techint, que anunció despidos de personal y decidió no continuar con sus inversiones debido a la crisis internacional. “La Presidenta dijo que va a tomar posición a favor del sector productivo y no va a aceptar las explicaciones que da la empresa Siderar”, sostuvo anoche el diputado José María Díaz Bancalari al salir de Olivos, donde participó de un encuentro con la Presidenta en donde también estuvieron el ministro del Interior, Florencio Randazzo; de Trabajo, Carlos Tomada; el secretario de Obras Públicas, José López, y el intendente de San Nicolás, Marcelo Carignani. Díaz Bancalari contó que la Presidenta los había mandado llamar a él y al intendente para comunicarles esta decisión. Según el diputado, las ganancias que tuvo Siderar “hechas públicas entre 2007 y 2008, están dentro de lo que se puede considerar ganancias extraordinarias y la inversión que tendrían que hacer para continuar con el plan previsto de producción es mínima frente a las ganancias que han tenido años pasados”. Tanto Díaz Bancalari como el jefe de Gabinete, Sergio Massa, contaron que vieron a la Presidenta “muy bien” y en plena labor luego de su corta convalecencia. “Está siguiendo todos los temas que tienen que ver con la gestión”, contó Massa, que llegó a Olivos de sport directamente desde Pinamar, adonde viaja los fines de semana. Según se informó, Cristina Kirchner seguirá hoy trabajando en Olivos y recién mañana reaparecerá en público.