Antes de partir hacia El Calafate, donde pasará el fin de semana, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con el canciller Jorge Taiana para repasar la agenda de su primera visita de Estado a España, que luego de varias idas y venidas quedó confirmada para el 8, 9 y 10 de febrero. En Casa de Gobierno también recibió al embajador en los Estados Unidos, Héctor Timerman, con quien analizó la relación con el gobierno de Barack Obama. “Vamos a tener un año intenso en las relaciones con los Estados Unidos”, dijo Timerman después de participar junto con el canciller en el encuentro con legisladores estadounidenses y el embajador Anthony Wayne.

Tras la intensa relación con España durante la gestión de Néstor Kirchner y lo que lleva de mandato la Presidenta –con sus picos de acuerdo y tensión– esta visita busca ratificar el buen nivel del vínculo entre ambos países. Sobre todo después de algunas diferencias –siempre en voz baja y disimuladas públicamente– por los casos Repsol-YPF y Aerolíneas Argentinas.

En rigor, lo que le presentó ayer Taiana a la Presidenta fue un borrador de la agenda, aunque, según contaron fuentes de Cancillería a Página/12, bastante cercana a la que se concretará en Madrid.

Por lo pronto se sabe que la comitiva argentina llegará a España el sábado próximo con una temperatura de un solo dígito, que atemoriza a los funcionarios más friolentos pero que le viene como anillo al dedo a la Presidenta, que se siente más a gusto con el frío patagónico que con el verano porteño.

La Presidenta también encontrará en España un frío glacial en la economía, que ya dejó un tendal de despedidos. Más allá de las cuestiones bilaterales, la crisis mundial que provocó esta hecatombe será uno de los temas centrales que abordarán Cristina y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero en su entrevista privada.

Es muy probable que la Presidenta sea acompañada en este viaje por su esposo Néstor Kirchner, quien mantuvo en su presidencia un fuerte vínculo tanto con Rodríguez Zapatero como con el rey Juan Carlos. Tanto que quedó en el anecdotario kirchnerista, que durante la visita real a la Argentina en 2004 y ante la evidente incomodidad de Kirchner por llamarlo “majestad” o “alteza”, el rey le dijo: “Hombre, llámame Juanito”.

Las primeras actividades de la Presidenta no están confirmadas, pero lo más importante de la visita ocurrirá el lunes 9 y el martes 10. Ese lunes por la mañana será recibida por los reyes Juan Carlos y Sofía en el Palacio Real de El Pardo, que, además, será el lugar de alojamiento de Cristina.

Paralelamente el canciller Taiana y su par español, Miguel Angel Moratinos, junto a otros ministros de ambos gobiernos tendrán reuniones de trabajo para terminar de confirmar los convenios que por la tarde firmarán CFK y Rodríguez Zapatero. El encuentro será en el Palacio de Viana, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de España.

Ese mismo lunes a la tarde está previsto que Rodríguez Zapatero reciba a la Presidenta en el palacio de la Moncloa, sede del gobierno español. Allí tendrán una reunión a solas y luego ampliada con parte de ambos gabinetes, tras los cual firmarán una serie de acuerdos bilaterales.

Esa misma noche será la cena de gala ofrecida por los reyes a la Presidenta. Será una buena ocasión para desafiar la informalidad de Kirchner ya que los caballeros deberán ir vestidos de frac y con condecoraciones quienes las tuvieran.

Al día siguiente la Presidenta irá a la Secretaría General Iberoamericana para entrevistarse con Enrique Iglesias y luego visitará la Casa de América frente a la Plaza de las Cibeles.

Al mediodía almorzará en el Palacio de las Cortes con la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, con quien tiene una relación muy fluida. Fernández de la Vega, como vice, y al igual que ocurre en la Argentina, es presidenta provisional del Poder Legislativo, por eso la recibe en la sede del Congreso.

Por tratarse de una visita de Estado a la tarde habrá un plenario de las Cortes Generales para recibir a la Presidenta en la Cámara de Diputados. De allí la Presidenta partirá hacia el Palacio de la Lealtad, sede de la Bolsa de Valores de Madrid. Otra cena, ofrecida esta vez por CFK a los reyes de España marcará el punto final de la visita.