A tono con los coqueteos y los crecientes rumores sobre una lista común entre sus espacios para las elecciones legislativas de octubre, Felipe Solá volvió a halagar a Mauricio Macri, aunque esta vez admitió que existe un límite al principio de acuerdo entre ambos: la obsesión de uno y otro por llegar a la Casa Rosada en el 2011. Así, sin cesar de elogiar el jefe de Gobierno porteño, Solá afirmó ayer que “la relación con Macri puede ser de una unidad definitiva o de una rivalidad sana y respetuosa” y reiteró sus ganas de suceder a Cristina Fernández en el sillón de Rivadavia al decir que “no sé si él (por Macri) va a ser candidato a presidente en 2011, pero yo voy a intentar serlo”. Lejos de las palabras cuidadamente medidas que utiliza cada vez que habla de Macri, el ex gobernador bonaerense también se refirió al tercero en discordia en caso de darse la alianza con Macri: el empresario multimedia Francisco De Narváez, con quien, según Solá, “no hay síntomas de unidad”.

Solá se preocupó por dejar en claro que, en caso de que sus ambiciones personales no choquen con las de Macri, no tendría problemas en construir un bloque en conjunto que, incluso, perdure luego de los comicios de este año. “Da la sensación de que hubiera una latencia de acuerdo factible, porque con Macri coincidimos en que no se puede hacer una alianza contra alguien”, sostuvo, aunque rápidamente reconoció que el acuerdo se rompería “si ambos somos candidatos a presidente, en ese caso podremos ofrecerle a la Argentina una rivalidad civilizada. Mi relación con Macri puede ser de una unidad definitiva o puede ser de una rivalidad sana y respetuosa”.

A principios de esta semana, el diputado del peronismo disidente salió a dejar en claro que comienza a delinear en común una estrategia con el ex presidente de Boca Juniors. Si bien se atajó en que “yo tengo que caminar, mi ubicación en este momento no es sencilla. No sé qué va pasar”, Solá dio rienda suelta a todas las suspicacias al decir que “su primo (por Jorge Macri) se lleva muy bien conmigo y la verdad es que puede ocurrir que vayamos juntos en la provincia”. Como un eco de esta expresión, el primo de Jorge (que es Mauricio), confesó a su vez que “con Felipe he estado dialogando últimamente”. Jorge Macri, el otro integrante del triángulo amoroso, le explicó a Página/12 en qué consiste su lazo con Solá. “Es una buena relación personal y política, con muchas coincidencias respecto de lo que hay que hacer en la provincia y respecto de que hay que intentar no dividir la oposición”, afirmó el titular del PRO bonaerense, al tiempo que descartó como un problema las ambiciones presidenciales de su primo y de Solá al decir que “tener a dos presidenciales nos enriquecería como opción al oficialismo. Además, ellos hablaron francamente de que no se tocará el tema hasta el 2011”.

Los que por ahora no se quieren ver ni en figuritas son De Narváez y Solá. La razón: los dos buscan encabezar la posible lista que integre al macrismo y al peronismo disidente en la provincia de Buenos Aires. “El tema con De Narváez es el siguiente: la provincia no sale sólo con un proyecto provincial, sale con un proyecto nacional”, atacó Solá. De Narváez contragolpeó e, irónico, se agarró de una declaración de Macri para decir que “coincido con Mauricio: a mí tampoco me cierran los cuatro años kirchneristas de Solá” (ver aparte). Pero Jorge Macri se mostró distante con De Narváez, aliado del macrismo en el 2007, y afirmó a este diario que “estoy concentrado en consolidar una buena relación entre Felipe y Mauricio, después iremos sumando a otros actores que se pueden sumar, no descarto ni aseguró a De Narváez”.

Informe: Tomás Forster.