La reunión entre el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, y dirigentes de segunda línea de la Mesa de Enlace tuvo un desarrollo puertas adentro y dos versiones contrapuestas cuando los protagonistas dialogaron con la prensa. El encuentro fue convocado por el jefe del organismo recaudador para explicar el funcionamiento del nuevo sistema de control de comercialización de cereales, integrado por el Código de Trazabilidad de Granos (CTG) y las cartas de porte. Ambos son gratuitos, mientras que antes eran “servicios” prestados por las Bolsas de Cereales y la Federación Agraria, respectivamente, con tarifas que significaban hasta un 50 por ciento de la recaudación de esas entidades. Echegaray enfatizó que el cambio en la fiscalización está permitiendo combatir con eficiencia la evasión en el sector. Para la Sociedad Rural, en cambio, lo que ocurrió ayer fue “una visita guiada” a la AFIP que no sirvió para avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas operativos que presentan los nuevos instrumentos de control.

Echegaray respondió a ese cuestionamiento con una nueva invitación a los ruralistas para el próximo martes. Personal de la AFIP esperará a los dirigentes agrarios en los puertos de Bahía Blanca, Necochea, San Lorenzo y Rosario para mostrarles cómo funciona el sistema técnicamente. Además, en la ocasión se prevé asistir a distintos puntos de control de carga: “En las rutas, al borde de los campos, para mostrarles a los dirigentes cómo se están llevando adelante los controles”, sostuvo el funcionario, quien agregó que en quince días comenzará un programa de capacitación intensiva entre los productores y se distribuirá un instructivo sobre la tramitación de los CTG y las cartas de porte.

La Mesa de Enlace había reclamado el jueves pasado a través de una nota a la ministra de Producción, Débora Giorgi, una audiencia “urgente” para tratar la cuestión. De acuerdo con la versión de los ruralistas, los mecanismos de la AFIP estaban generando trabas tan importantes en el comercio de granos que la comercialización estaba virtualmente paralizada. Aseguraban que había dificultades técnicas que impedían que los productores pudieran cargar su cosecha para mandarla a puerto. En particular, apuntaban a que como los trámites para obtener el Código de Trazabilidad de Granos y las cartas de porte se hacen por Internet o por comunicación telefónica, para lo cual hay que marcar largas series de números, los productores o bien no tienen acceso a la web o no consiguen buena señal para sus celulares en el campo. En conclusión, se pasaban horas tratando de completar la tarea y finalmente no lo lograban.

En lugar de Giorgi, quien citó a la Mesa de Enlace para discutir el tema fue Echegaray, responsable directo de la implementación de los controles. Pero las cámaras agropecuarias interpretaron que no iban a conseguir nada en la reunión, a la cual rebajaron a la calificación de “audiencia burocrática”. Por lo tanto, los presidentes de las entidades decidieron no ir y enviaron a dirigentes de menor jerarquía. Por Federación Agraria asistieron Pablo Orsolini (vicepresidente y primer candidato a diputado nacional por la Coalición Cívica y el radicalismo en Chaco) y Fabián Tenaglia. Coninagro envió a Daniel Aseff y Gonzalo Alvarez; Confederaciones Rurales, a Juan Cruz Rey Kelly, y la Sociedad Rural, a Ernesto Ambrosetti, Alicia Urricarriet y Eduardo Ramos. Este último, vicepresidente de la Rural, se retiró de la reunión luego de cuarenta minutos y dijo que ya había terminado. Pero el encuentro con Echegaray siguió y duró casi dos horas.

Ramos participó sólo de la primera parte, en que el jefe de la AFIP mostró la “sala cofre” donde se encuentra el soporte informático del organismo. Según Echegaray, los sistemas están funcionando sin problemas. “Tenemos tres servidores destinados a este fin. Para satisfacer la demanda de todos los contribuyentes del país en materia de declaraciones juradas se utiliza apenas uno más. Esto da una idea del potencial tecnológico que beneficia la operatividad del productor agropecuario”, afirmó Echegaray. También dijo que existen cuatro canales de acceso para obtener los documentos: Internet, un 0800, mensaje de texto y 335 delegaciones de la DGI y la Aduana. La conectividad por Internet es utilizada por el 95 por ciento de los productores y desde que entró en vigencia, el pasado 4 de mayo, se procesaron 289.201 solicitudes de CTG. En tanto, se tramitaron 3.020.750 cartas de porte bajo el nuevo sistema gratuito, que entró en vigencia en febrero. Esto demuestra, dijo Echegaray, que los productores no tienen tantas dificultades como se dice para realizar los trámites.

De acuerdo con su versión, lo que se está viendo es mayor blanqueo de la producción rural, ya que se habla de una caída de la cosecha, pero en la práctica la cantidad de declaraciones de CTG son equivalentes a las de esta altura del año pasado, cuando el sistema era operado por las bolsas de cereales.

Para Ramos, por el contrario, el sistema “no está funcionando y hay que hacer cambios muy fuertes”. “Nos dicen que esta metodología es perfecta y dicen no saber por qué nos quejamos. Aclaramos que cayó abruptamente la cantidad de viajes, debido a la merma fenomenal que muestra la cosecha, y decidimos convocar a Echegaray a que visite algún campo para que compruebe la inviabilidad de las comunicaciones como reclama el sistema”, afirmó el dirigente. Echegaray devolvió la pelota: “La cantidad de camiones que ingresaron a la zona portuaria de Rosario en los últimos cinco días es de 3829, mientras que para la misma fecha del año pasado fue de 1399”, precisó.