A 30 años de la aparición del primer número de la revista Controversia, editada en México por un grupo de argentinos exilados, se presentó ayer en la Biblioteca Nacional la edición facsimilar de la colección completa de la publicación. Aunque solo se mantuvo por dos años, la experiencia toma relevancia cuando se evoca los nombres de sus fundadores, algunos de ellos ya fallecidos como el teórico marxista José Aricó, el politólogo Juan Carlos Portantiero, el historiador José Terán, el director de la publicación Jorge Tula (elegido por sus pares) o el propio Nicolás Casullo intelectual comprometido a tiempo completo. Esa lista muestra que ya en esos años Controversia logró la conjunción de la intelectualidad de orígenes peronistas con la de orígenes socialistas para discutir una mirada descarnada sobre las razones de la derrota de los intentos revolucionarios y el planteo de los nuevos temas que iban a dominar la agenda de los sectores “progresistas” o “democráticos de izquierda” en las décadas siguientes, como se encargaron de destacar los expositores. Tres de ellos –Sergio Bufano, Sergio Caletti y Héctor Schmuckler– protagonistas de aquella odisea, y Carlos Altamirano, lúcido testigo desde la Argentina.