La oposición celebró la convocatoria al diálogo que realizó ayer la presidenta Cristina Fernández en el acto por la Independencia. Pero, opositores al fin, peronistas disidentes, radicales, macristas y socialistas marcaron algunos reparos junto con la alegría. Inmediatamente después de considerar positivas las palabras de la Presidenta pusieron en duda que el Gobierno “realmente tenga esa actitud de sentarse a escuchar al otro y respetarlo”. Además, la mayoría coincidió en que el ámbito para que se concrete el diálogo es el Congreso. Sin embargo, no hubo unidad respecto del proyecto de reforma del sistema político planteado ayer desde el Gobierno. En la Coalición Cívica, por ejemplo, adelantaron que no están de acuerdo con el sistema de internas simultáneas abiertas y alertaron sobre lo que consideran son otras prioridades en esa materia, como la implementación de la boleta única o la autonomía de los órganos electorales.

En la oposición reconocieron que el discurso de la Presidenta en Tucumán no les dio mucho margen para disentir, ya que utilizó las palabras mágicas que vienen repitiendo hasta el cansancio: “diálogo” y “consenso”. Todos recordaron su voluntad dialoguista “de la primera hora” para marcar diferencias con el kirchnerismo. “Siempre hemos estado y estaremos predispuestos a dialogar”, señaló el diputado de Unión-PRO Francisco de Narváez. Para el empresario, el nuevo jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, “debe concurrir inmediatamente al Congreso, dando cumplimiento a la ley para definir la agenda nacional”. Un poco más duro, su compañero de fórmula, Felipe Solá, anheló que el anuncio presidencial “no sea un operativo mediático más”. Para completar el abanico de opiniones de Unión-PRO, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, acompañó los dichos de sus aliados bonaerenses: “Estamos para ayudar, para colaborar, porque la única vocación que tenemos es que nuestra gente viva mejor”.

Desde el peronismo disidente, Hilda “Chiche” Duhalde, senadora y esposa del ex presidente, aclaró que “no va a haber un solo sector que pueda no estar de acuerdo con lo que propone la Presidenta”, pero seguidamente advirtió que todos tienen derecho a tener “ciertas dudas, porque lo han dicho muchas veces”.

Partícipe del coro de voces opositoras pero desde el panradicalismo, Julio Cobos consideró “auspiciosa” la convocatoria y también recordó que desde hace tiempo brega por “un espacio de diálogo en el cual podamos ponernos de acuerdo en las políticas fundamentales –de largo plazo– que son las que necesita el país para salir adelante”. Con un duro tono crítico, el titular de la UCR, Gerardo Morales, leyó el anuncio en clave del resultado de las elecciones legislativas. “Es lo que espera toda la sociedad –dijo– y fue muy claro el mensaje de las urnas contra el abuso de poder y la prepotencia.” Para Morales, sería importante que la convocatoria se hiciera “a todos los partidos políticos nacionales con representación parlamentaria”.

Una vez superada la mera apelación al diálogo, algunos dirigentes esbozaron los temas que deberían ponerse a consideración del Parlamento. Hace unos días que la oposición viene trabajando por consensuar una agenda parlamentaria común y logró ponerse de acuerdo en algunas cuestiones institucionales, como la derogación de los superpoderes, la reforma del Consejo de la Magistratura y la autonomía del Indec. Sin embargo, hay diferencias importantes respecto de temas económicos y sociales, las cuales salieron a la luz ahora al marcar un orden de prioridades en que deberán debatirse tras la convocatoria del gobierno nacional.

Fernando “Pino” Solanas pidió precisiones sobre qué se debatirá y llamó a priorizar la recuperación de “las rentas excepcionales de nuestros recursos estratégicos para acabar con el crimen del hambre”. El senador electo por Corrientes, Eugenio “Nito” Artaza explicó que detrás del reclamo de diálogo hay una serie de medidas que la oposición exige al Gobierno. “Es necesario dar previsibilidad a la economía de inmediato, hay que eliminar las retenciones al campo, derogar los superpoderes y permitir al Parlamento ejercer su rol representativo y federal”. Para De Narváez, en cambio, hay que “abordar la Emergencia Sanitaria, un Plan Unico de Asistencia a las Familias Pobres e Indigentes, la eliminación del IVA a la canasta básica de alimentos, y la creación del fuero penal de menores”.

También hubo coincidencias sobre la necesidad de cambios en el sistema político, pero no precisamente en la implementación de elecciones internas simultáneas y abiertas que adelantó Cristina Fernández. El diputado radical cordobés Oscar Aguad consideró que “la reforma política propuesta es muy importante como lo son otros temas de la agenda nacional”, pero sostuvo que “hoy la prioridad debe ser reconstruir la confianza y esto significa que el país tiene que manejarse con estadísticas confiables”. En diálogo con Página/12 el jefe del bloque de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, aclaró que “el tema de la interna abierta es sólo una preocupación del PJ, de hecho el Parlamento ya la derogó hace dos años porque no funcionó”. “Para nosotros la prioridad tiene que pasar por la reactivación económica y la atención de los problemas sociales”, completó Pérez. Para su par del socialismo, Silvia Augsburguer, “además de la reforma política, que sigue pendiente, debe incluirse el ingreso universal por hijo, la suspensión de despidos por 180 días, la modificación del IVA a los productos de la canasta familiar y un nuevo régimen de coparticipación”.