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Los fotógrafos que cubran hoy la visita de Néstor Kirchner a La Plata seguramente buscarán retratarlo junto al gobernador Daniel Scioli. La foto no les llevará ningún trabajo: ambos darán una conferencia de prensa conjunta. El horario del encuentro con los periodistas está pautado para las 18.30. Luego comenzará el acto de lanzamiento de una nueva corriente kirchnerista impulsada por el diputado Remo Carlotto y el secretario de Coordinación del Ministerio de Desarrollo Social, Carlos Castagneto. Otra presencia que seguramente generará comentarios será la del ministro de Justicia, Julio Alak, ex intendente de La Plata durante 16 años. Junto a Kirchner y Scioli se mostrarán el vice, Alberto Balestrini, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. La aparición en conjunto de Kirchner y Scioli será interpretada como una ratificación de una relación política que tiene vaivenes y que está alimentada por las necesidades mutuas.

Si en la política los gestos implican un mensaje, el desembarco de Kirchner en La Plata también tendrá el suyo: el destinatario en este caso será el intendente Pablo Bruera. El 28 de junio, Bruera alentó el corte de boleta para favorecer una lista vecinal en perjuicio del Frente para la Victoria. A pesar de esa decisión, que le permitió obtener más votos en un distrito que siempre fue esquivo para el kirchnerismo, Bruera mantiene el apoyo de algunos dirigentes que se proclaman K. La visita de Kirchner también será una demostración de fuerza. En el acto estarán el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Homero Bibiloni; el subsecretario de Comercialización para la Economía Social y referente nacional del Movimiento Evita, Emilio Pérsico; los diputados nacionales Claudia Bernazza, Nora César y Ariel Pasini, todos platenses, al igual que el dirigente local Gustavo “Tío” Di Marzio, también del Evita.

La visita de Kirchner a la Ciudad de las Diagonales será su tercera aparición en territorio bonaerense desde la elección legislativa. Su llegada a La Plata no pasará desapercibida entre los dirigentes del peronismo de la octava sección electoral de la provincia –llamada también sección Capital–. En el PJ platense hay sectores que observan con inquietud la intención del ex mandatario de bendecir una corriente política K porque creen que esa movida podría terminar alentando rupturas y divisiones. Desde el 28 de junio a esta fecha, en el peronismo de La Plata se han ido perfilando tres espacios que compiten entre sí: el primero está integrado por los kirchneristas que hoy serán anfitriones del santacruceño; otro encabezado por el intendente y el tercero está alineado bajo el liderazgo del diputado Francisco de Narváez a través de Alfredo Atanasof, el ex jefe de Gabinete de Eduardo Duhalde.

El anuncio de que Kirchner visitaría La Plata generó rápidos reacomodamientos en el mapa del peronismo. Anoche, el intendente organizó una cena para reunir a algunos referentes del kirchnerismo de la ciudad, que respaldan su gestión. También impulsó la publicación de una solicitada en la que –según comentaron a Página/12 algunos referentes del PJ local– dejaría en claro su apoyo a los gobiernos nacional y bonaerense. Más allá de las reacciones propias de un escenario cambiante, en el peronismo platense abunda la incertidumbre. Algunos dirigentes creen que el lanzamiento de una corriente K podría derivar en una fractura del PJ en el 2011: si eso sucediera, el único beneficiado sería el senador bonaerense Javier Mor Roig. Jefe del bloque de senadores de la Coalición Cívica, Mor Roig es el favorito para competir por la intendencia en 2011.